Tal y como han reportado los vendedores ambulantes y de expendios tradicionales de frutas y verduras en San Cristóbal, las fuertes lluvias de esta semana y la falta de combustible han incidido en la escasez de muchos productos de la canasta básica, y más aquellos que se cultivan en la zona norte del estado Táchira.
Sin embargo, la buena noticia es que el aguacate, fruto de poderosos valores nutricionales, está en temporada, llegándose a ofrecer dos de buen tamaño en mil pesos, cuando por lo general su precio ha oscilado entre los mil quinientos y los dos mil pesos.
Otra fruta al alcance de los bolsillos sigue siendo el mango, a mil el kilo, una buena alternativa, teniendo en cuenta que las demás especies frutales rondan entre los tres mil y los cuatro mil pesos.
Gustavo Useche, feriero ambulante, afirmó que esta semana debió de abstenerse de algunas verduras por su alto valor al mayor, y que al adquirirlas, con unas ventas que él definió de flojas, iría a pérdida, pues el consumidor está prefiriendo no comprarlas. Debe cuadrar un presupuesto, al que dura penas trata de ajustarle los cárnicos, los granos y demás víveres.
—La zanahoria sigue cara, a 90 mil pesos la arroba, y si se consigue más barata, es de menor calidad, y entonces al cliente no le gusta y uno termina rematándola, pues hoy no se puede dar uno el lujo de perder la mercancía, por no vendérsela a otros— expresó.
Rubros que unos meses atrás se incluían con facilidad en la bolsa de las compras, han huido de los estantes, mientras que la papa se sostiene en los dos mil pesos; la yuca, en mil pesos, así como el plátano maduro y verde, en mil quinientos.
A pesar de que muchos puntos de ventas de verdura ya han venido “cerrando la santamaría”, el mercado es competitivo y es un buen síntoma de que la escasez no se avizora, aunque lo que resulta más preocupante viene a ser la poca capacidad adquisitiva del tachirense.
—El calabacín y el pepino poco se consiguen, porque vienen de La Grita y allá la lluvia ha afectado a las cosechas. La auyama, que ha sido tan barata, ahora no se puede vender a menos de 2 mil por kilo; lo que pasa es que el invierno también ha afectado la vialidad: los vehículos, con esa carga, pueden correr el riesgo de quedar enterrados en el camino. Encima de todo, a los camioneros se les dificulta conseguir el gasoil y si esto no se soluciona, eso va a afectar la oferta de muchos productos, como está sucediendo con los granos, que ya hasta están escaseando, y la carne ya se acerca a los 15 mil pesos— acotó Useche.
Freddy Omar Durán