La frontera internacional nortesantandereana en menos de dos días, pasó de la alegría de ser centro de atención mundial al reunir a importantes estrellas de la canción hispanoamericana en un solo escenario, a convertirse en antesala y parte activa de una confrontación –que ya ha dejar de llamarse meramente política e interna- en un país al que lo une indisolubles lazos de hermandad.
Al día siguiente, muchos asistentes pasaron de simples espectadores de la historia a convertirse en protagonistas de la misma, aun a riesgo de sus propias vidas, desplazándose a los puentes internacionales de Tienditas, Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar.
La idea era que entre todos formaran un ariete humano que fuera al mismo tiempo mediador y barredera del bloque físico y humano que impedía el paso del envío en medicinas y alimentos de la Usaid al territorio venezolano. La escenografía se ensanchó a tres puentes y las poblaciones circunvecinas en especial El Escobal y La Parada, y lo que ocurría está a la altura de las grandes producciones de Hollywood.
Una marea humana moteadas de pequeñas banderas de Venezuela, encabezados por diputados de la Asamblea Nacional y estrellas del show bussines, avanzaba entre la decisión y la duda. Las palabras disuasorias para que elementos de las fuerzas armadas y de seguridad se incorporaran a la lucha surtieron cierto efecto: al menos cien han desertado hasta el domingo.
El primer intento de ingresar la ayuda humanitaria por el puente Francisco de Paula Santander tuvo un momento muy emotivo, cuando una policía a toda carrera, a través de un corredor que le abrió la multitud lloraba para luego ser atendida por sus colegas colombianos, muy atentos a resguardar su propio territorio. Fue una acción que envalentonó a la multitud que tiró pudo lanzar río abajo los primeros obstáculos puestos por la Guardia Nacional.
Pero esa misma confianza se puso a prueba ante la primera andanada de la guardia nacional con bombas lacrimógenas, y se levantó nuevamente cuando arribó la caballería andante que no era más que las 4 tractomulas con los productos donados, tocando fuertemente bocina, y con una tripulación entusiasta de hombres, mujeres, de todas las edades y condiciones sociales… no obstante, mas que intimidar a los guardias, les hizo redoblar su ataque, y su fragor se escuchaba a kilómetros de distancia, hasta que se quemaron en pleno puente Francisco de Paula Santander los camiones con su respectiva conflagración de fuego y humo en la que según el gobierno colombiano se habría perdido 30 toneladas de medicinas y kits de aseo, mientras otra parte de la carga se habría recuperado. De esas acciones se reportaron al menos 20 personas heridas.
Y la película apenas comienza…
Freddy Durán