Detrás de la Zona Industrial de Paramillo, la fetidez no la aguantan aquellos que intentan hacer vida comercial y productiva en la zona, a causa de una alcantarilla destapada de la que solo emana fetidez.
Freddy Omar Durán
Con un caucho dañado y un cono se trata de prevenir el daño a los vehículos que por ahí pasan y corran un riesgo de dejarlos fuera de servicio por una alcantarilla destapada, que de paso ha contribuido a fracturar el manto asfaltico; no obstante, para las amenazas a la salud pública, implicadas en las emanaciones fétidas de la cloaca al aire libre, no hay aviso visual, solo lo que el olfato señale.
Julio Cárdenas, comerciante de la zona, se mostró muy preocupado por estos daños, cuyos efectos más nocivos se sienten cuando llueve, estando precisamente en un año invernal.
—Ha habido accidentes porque, al tratar de esquivar el enorme hueco que se ha formado alrededor de la alcantarilla, le quitan el paso al vehículo que va detrás o al lado, en contravía. Hemos denunciado de las mil y una maneras, pero no ha habido forma para que nos atiendan. Hacemos un llamado a la alcaldía para que resuelva este problema— afirmó Cárdenas.
Pero este daño, con todo y su gravedad, apenas es uno más de una colección que se extiende a todo lo largo de la vía hacia La Machirí, y que tienen como principal origen los desperfectos no arreglados en las tuberías de aguas blancas y aguas negras, amén de una falta de mantenimiento general que ya lleva años y que a veces se intenta compensar con trabajos dispersos de bacheo.