Con el firme propósito de extender la labor social de ayuda a la comunidad, fue bendecido este espacio para que los lobaterenses cuenten con una sede para coordinar y extender la acción caritativa de la Iglesia a los que más la necesitan
Por Juan José Contreras Cárdenas.
“El que no vive para servir, no sirve para vivir”, fueron unas de las icónicas frases de Santa Teresa de Calcuta. Este 2021 en Lobatera la acción social de la Iglesia tomó otro nivel con la conformación de Cáritas Chiquinquirá, y ahora la sede parroquial de esta instancia fue oficialmente inaugurada y bendecida, para ser piedra angular en el desarrollo de labores y proyectos que consoliden la esencia de esta institución: la ayuda a los más necesitados.
La familia Sandoval facilitó un espacio de su casa en la calle 5 de Lobatera, detrás de la iglesia para la nueva sede, gracias a la intermediación de una de las fundadoras de Cáritas en el pueblo, María Chacón. Para el acto de inauguración se hicieron presentes el presbítero Ricardo Ramírez Prato, director de Cáritas Diocesana; el presidente de la instancia en el municipio, padre Melquiades Pérez; la coordinadora del ente social de la iglesia en la localidad, Thaís Baca; así como personal de la Diócesis de San Cristóbal, miembros fundadores, voluntarios en Lobatera, y gente del pueblo.
El acto empezó con el sonido de unas palabras del papa Francisco, en las que se refería a mantener la esperanza, y en las que destacaba que institucionalmente Cáritas “Es parte esencial de la Iglesia; sin la caridad no existe. Es la institución del amor de la Iglesia. Tiene una doble dimensión, una de acción social y otra mística, es decir, metida en el corazón de la Iglesia”.
Durante su intervención, el párroco de Lobatera y presidente de Cáritas Chiquinquirá, Melquiades Pérez, invitó a ser cada día más grandes respecto a la caridad, que la ayuda llegue a las personas que la requieren. Él espera que en el futuro la labor trascienda del casco urbano y pase también a las aldeas. Recordó la fiesta de Santa Teresa de Jesús: “Ella, radicada en un convento, tenía en su mente una gran preocupación, hacer conocer a Cristo. Con la caridad, nosotros tenemos que seguir ese ejemplo, para llevarle a Cristo a la gente”.
El presbítero Ricardo Ramírez Prato, director de Cáritas Diocesana, tiene un cariño especial por Lobatera, ya que fue parte de su formación sacerdotal. “Quiero animarles a que sigamos adelante. Existen varios tipos de voluntarios, los que están de lleno, los que no pueden estar siempre pero apoyan; los que no pueden estar pero ayudan de otras formas, y los que ni se acercan. Depende de nosotros el qué seremos. No es un compromiso ante una institución, sino ante Dios”.
En acción
El presbítero Ricardo Ramírez hizo entrega al padre Melquiades Pérez y a la profesora Thaís Baca del primer estandarte en el Táchira otorgado a una conformación de Cáritas Parroquial, símbolo de la esencia de esa labor de la Iglesia, de ayuda al prójimo y de compromiso para con las personas en nombre de Dios.
Desprendidos los lazos para la inauguración y bendecida la casa, la conformación inicial tiene albergados estantes para colocar las donaciones de ropa y zapatos, también medicamentos, que se harán llegar a las personas que requieren esos insumos. El espacio operará como centro de acción para coordinar la labor de Cáritas Parroquial Chiquinquirá en Lobatera.
Previamente, en la sede de la Biblioteca Pública “Profesora Carlota Sánchez de Ramírez”, el miembro del equipo nacional de Cáritas Venezuela, presente también en la inauguración de la sede Cáritas Parroquial Chiquinquirá, Sergio Salvador, dictó un taller de formación para instruir a los lobaterenses participantes sobre el módulo de la gestión de voluntariado, que se ha extendido en las distintas diócesis, y ahora buscan tener criterios estandarizados para llevar de la mano la caridad y los elementos técnicos, adquiriendo destrezas y capacidades.
Los tachirenses son solidarios. Ayudar al prójimo es una virtud que se impulsa con Cáritas, y ahora en Lobatera, con la sede Parroquial Chiquinquirá, esa acción se siembra en los corazones para ayudar a los que más lo requieren. Santa Teresa de Calcuta también dijo: “Dar a alguien debe salir desde el corazón, no hay que dar para que nos lo reconozcan”.
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