Regional
Incertidumbre y bajas expectativas asoma la economía para Navidad
12 de octubre de 2024
Economista Dilio Hernández: “Entre otras cosas, el dólar BCV podría llegar a 50 bolívares en diciembre, mientras la inflación amenaza con subir para el cierre de 2024”
Humberto Contreras
La no recuperación de la producción petrolera, lo cual generará escasez de divisas, y a su vez una subida en la valoración del dólar BCV que podría llegar a 50 bolívares, aunado a un crecimiento de los índices de inflación, son los signos más importantes que en este primer mes del último trimestre, se asoman para cerrar el balance de la economía venezolana en el año 2024.
Tales son los pronósticos del economista tachirense y profesor universitario Dr. Dilio Hernández, director del Centro de Investigación y Análisis Prospectivo (CIAP), a quien consultamos sobre el tema, en momentos en que el país espera la Navidad, ya oficialmente “decretada”:
“Como dice el dicho popular: «No por mucho madrugar, amanece más temprano», y en las perspectivas económicas del país en lo que resta del año, la frase no puede ser más elocuente: Navidades con signos de incertidumbre y bajas expectativas en la economía venezolana”.
Indica Hernández que los pronósticos sobre cómo finalizará el último trimestre del año, no presagian augurios prometedores.
Señala que las expectativas positivas de los agentes económicos, cifradas en el proceso electoral del 28 de julio, parecen haber cambiado significativamente, como consecuencia de la incertidumbre generada por sus resultados, a lo que hay que sumar un escenario internacional complejo e impredecible sobre el futuro de las sanciones económicas que impactaron inevitablemente el comportamiento de los indicadores económicos.
–En primer lugar, hay que señalar que el cuarto trimestre de la economía venezolana en relación al desenvolvimiento de su principal industria, el petróleo, no muestras signos de una recuperación significativa para arrastrar los otros sectores económicos.
La meta del millón de barriles diarios, agrega, difícilmente se alcanzará al final del año, pues el promedio diario rondará los 850 mil barriles diarios (b/d), si Chevron mantiene su aporte alrededor de 25 % de la producción total, lo que significa que nuestras exportaciones de crudo, principal fuente de nuestras divisas, apenas podrán mantenerse en torno a los 600 mil b/d.
Esto, explica Hernández, limita el margen de disponibilidad de divisas necesarias para atender el mercado cambiario, las importaciones y la inversión social en el período navideño que, tradicionalmente, tiende a ser mayor que en el resto del año.
–En segundo lugar –continúa-, la escasez de divisas impactará en la política de intervención cambiaría que viene ejecutando el BCV para mantener el dólar subvalorado. Hasta septiembre, el monto de esta intervención sumó alrededor de los 4 mil millones de dólares y podría terminar el año sobre los 5 mil millones, más de 50 % del ingreso neto de las exportaciones petroleras.
Agrega que esta cifra, que luce insuficiente para atender la demanda de divisas, seguirá presionando hacia el alza, obligando al Ejecutivo a una devaluación no decretada para reducir la brecha con el mercado paralelo que ha superado 20 %, agregando un componente especulativo que en el período navideño es mayor.
El resultado esperado, resume, es que el dólar oficial se acercará a los 50 Bs y el paralelo sobre los 60, elevando el nivel de los precios.
Inflación e ingresos fiscales
El economista continúa explicando que el tercer factor, es que la inflación atada a la sobrevaloración del bolívar, subirá en la misma proporción que la devaluación, afectando la demanda a pesar de las navidades, especialmente en la población con ingresos fijos como los empleados públicos, cuyos salarios están congelados.
Ante el aumento inflacionario los agentes económicos buscarán resguardar sus recursos en el dólar, generando un círculo vicioso: “Devaluación-Inflación- Devaluación”, algo nada alentador para la economía, pues podría conducir a una macro devaluación en el corto plazo.
En cuarto lugar, para completar la cena navideña, asociada a la escasez de divisas devaluación e inflación, se suma la caída de la recaudación fiscal observada en el tercer trimestre y que continuará en el cuarto, asociada a la contracción económica, la débil demanda y la escasa inversión pública.
Esta situación, según el economista, obligará al Ejecutivo a mantener el aumento de la liquidez, que alcanzó hasta septiembre más de 220 %, y podría ubicarse en diciembre entre 250 y 300 mil millones de bolívares, para cubrir el déficit fiscal. Liquidez que termina en buena proporción en el mercado cambiario.
“En conclusión, podemos decir que no por adelantar las navidades, los indicadores económicos mejorarán en el cuarto trimestre del año, la tendencia a la desaceleración parece inevitable y la cena navideña de la mayoría de los venezolanos lucirá sin muchos ingredientes”.