Regional
Incomunicadas cuatro aldeas de La Florida
lunes 8 septiembre, 2025
Un grupo de vecinos de La Florida, municipio Cárdenas, están incomunicados desde hace un mes debido al colapso de las vías por las lluvias, lo que afecta su acceso a servicios y la economía agrícola. Piden ayuda urgente para reabrir los caminos y mejorar la movilidad. La preocupación se incrementa ante la cercanía del nuevo año escolar, porque los niños tendrán que atravesar terrenos peligrosos para ir a la escuela
Bleima Márquez
Vecinos de La Florida denuncian que el miércoles, 3 de septiembre, cuatro aldeas de esa parroquia del municipio Cárdenas cumplieron un mes totalmente incomunicadas. El resto de las comunidades solo tienen como alternativa la carretera del páramo Las Mayitas que conecta con Pan de Azúcar, municipio Andrés Bello, que también está deteriorada.
De acuerdo con los lugareños, los caseríos afectados son Las Cruces, El Albarico, La Fortuna y El Morretón, debido a que no tienen otra ruta de acceso. Subrayan que la movilidad se ha reducido a un paso muy estrecho, casi inexistente, solo para motos, y bajo mucho riesgo.
Según reportan los lugareños, se encuentran incomunicadas debido al colapso de las vías, por las crecidas de las quebradas: Cuaja Piedra, La Honda, El Amoladero y el río Potosí. Sus habitantes piden ayuda. Subrayan que el camino conocido como “Callejón de Azufre” o “Callejón Picho” en el caserío El Morretón, está completamente intransitable para vehículos, y representa un riesgo para peatones y motocicletas.

Los vecinos explican que las fuertes y constantes lluvias caídas en la zona hicieron colapsar la vía que conecta a los referidos sectores con el municipio San Cristóbal y otras zonas del Táchira. Las carreteras se desplomaron a causa de la saturación de los suelos y el deterioro acumulado por años.
Subrayan, con preocupación, que permanecer incomunicados afecta directamente el acceso a los servicios y el transporte de productos básicos o esenciales; así como la economía de las familias, pues se trata de una zona agrícola, lechera, entre otras actividades del campo, y sacar las cosechas es prácticamente imposible.
Destacan que la única explicación recibida por parte de las autoridades ha sido la “falta de recursos” para abordar la emergencia. Los pobladores se sienten abandonados y sin soluciones a la vista. Advierten que además de la enorme dificultad para sacar los productos a San Cristóbal y otros municipios del estado, en esas comunidades hay niños, adultos mayores y enfermos que requieren asistencia médica en el municipio capitalino. Agradecen a Dios que hasta el momento no se han presentado emergencias, porque no tienen manera de trasladar a un paciente grave.
Preocupación por las clases
Otra de las preocupaciones de los habitantes de los caseríos aislados por los derrumbes que cubren las carreteras, es el inicio del nuevo periodo escolar.
Para asistir a clases, los niños, niñas y adolescentes deben atravesar los barrancos, un tramo muy riesgoso. Algunos padres han conversados con las autoridades de las escuelas para justificar la ausencia de los escolares cada vez que llueva, y les asignen las actividades vía online. Sin embargo, los días que sí acudan (cuando esté soleado) deberán forzosamente pasar.
La angustia se incrementa con los jóvenes que cursan bachillerato, porque el liceo más cercano está en Macanillo, y para llegar a esa población del municipio San Cristóbal deben atravesar los afluentes naturales que han provocado la destrucción de las vías. “De aquí hay muchachos estudiando en Macanillo, hay varios, y pues a ellos les toca fuerte, porque tienen que pasar esas quebradas”, comentó un vecino y agregó que hasta el momento no saben si es posible llegar a un acuerdo, porque a ese nivel, la educación es más exigente.
Los habitantes de los caseríos incomunicados piden ayuda a los organismos competentes para reabrir los caminos que se desplomaron. Solo existe un paso peligroso para motos, por lo que solicitan maquinaria para poder solventar la situación.