Regional
Inseguridad en guardias nocturnas en el ambulatorio de Palo Gordo
15 de mayo de 2021
En constante zozobra pasa sus horas de guardia nocturna el personal de salud del ambulatorio de Palo Gordo, luego de que el lunes pasado, en la madrugada, un delincuente intentara introducirse a las instalaciones a través de una ventana, la cual no tiene reja de protección.
La licenciada Xiomara Rosales, jefa de coordinación de Enfermería del ambulatorio, explicó que cerca de las cuatro de la madrugada un hombre se metió a las instalaciones del centro y luego intentó introducirse por la ventana de la sala de Parto Humanizado. La doctora de guardia, dijo, que en ese momento estaba reposando, se dio cuenta y de inmediato comenzó un forcejeo con el intruso, tratando de impedirle que corriera el vidrio.
Agotada por el esfuerzo, gritó y salió corriendo. El hombre se asustó y también corrió, pasó por el área de Servicios Generales del Ambulatorio, y saltó la cerca, para irse a la calle.
—¿No había más personal en el centro asistencial?, preguntamos.
— Sí, claro, dice Rosales. Estaba el personal de guardia de Enfermería, y la camarera. Y en cuanto a personal de seguridad, esa noche no teníamos. Tenemos vigilantes, entre ellos dos damas, pero esa noche no había. De todos modos, hay que decir que ese personal no utiliza armas, así que en el caso de que se meta alguien armado, ¿qué pueden hacer ellos?.
“Pedimos seguridad”
Explica la jefa de enfermeras que “allí estamos trabajando lo que se llama Horario de Contingencia. O sea, estamos en labores las 24 horas del día.
Lo que pedimos, tanto a las autoridades como a la comunidad, y a quien competa, es que nos ayuden dando rondas por esta zona -dice Xiomara-, porque aquí los pacientes que llegan, a eso de las doce de la noche, a la una o dos de la madrugada, en fin, a cualquier hora, como una prenatal o un infartado, no tenemos problemas para abrir y atenderles como debe ser, sin ningún reparo”.
—Pero para ello, agrega, nosotros necesitamos seguridad, tanto para quienes aquí trabajamos, como para los pacientes que puedan estar acá dentro.
Con esto que pasó, continúa, pues se entenderá que todos estamos a la expectativa, en especial el personal de noche. Creemos que es posible que se repita el incidente, o sea que regrese el hombre que intentó entrar, y que no sea uno, sino dos, en fin. Y por ello denunciamos esta situación, previendo que recibamos ayuda de la autoridad o de la misma comunidad.
—¿Qué hay allí que llame la atención a un delincuente?
— Bueno, esa área pertenece a la sala de Parto Humanizado. Ahí solo hay los equipos médicos necesarios para atender esos casos. No hay insumos o medicamentos, porque todo eso está en depósito, bajo llave. Las puertas se cierran, pero los ventanales son panorámicos, los vidrios se pueden correr, o los cortan y les dañan el seguro. Y abren.
Por ahora, dice, la doctora que fue víctima del caso estuvo padeciendo crisis de nervios. Estuvo en shock, pero ya está recuperada. Está tranquila. Pero el personal en la noche ya no puede descansar con tranquilidad, porque estamos a la expectativa. Cualquier ruido nos sobresalta. Esperamos que las autoridades nos escuchen y nos ayuden a solucionar este problema de inseguridad.
Para concluir, preguntamos a Xiomara Rosales cómo está el personal de enfermería, sus necesidades. “Son muchas, realmente -responde de inmediato-. Nosotros, como personal de salud, tenemos muchas necesidades, tanto dentro como fuera, en nuestros hogares.
Es claro, añade, que el sueldo que devengamos no nos cubre las necesidades básicas, pero como tenemos ética en nuestra profesión, sentido de pertenencia y responsabilidad para poder ayudar al ciudadano que requiere de nosotros, pues seguimos aquí, trabajando con gusto para quienes nos necesitan”.
—En ese sentido, gracias a Dios, siempre nos están llegando donativos de insumos. No todo lo que se necesita, pero sí como para cubrir necesidades básicas. Ayuda que nos llega de distintas organizaciones no gubernamentales que están pendientes de nosotros. Igualmente, lo que nos llega de parte del Estado, del Gobierno.
Humberto Contreras