Como otro destino más de la diáspora venezolana, y en especial de parte de aquellos connacionales con raíces culturales y religiosas con la región, Israel acoge en la actualidad a 200 tachirenses dentro de una población de alrededor de 2.000 venezolanos.
Por supuesto, quienes han decidido esta residencia en ese país, como el tachirense Bernardo Zinguer, no han desconocido el gran potencial de conflictividad de la región, pero también confían en la manera como la nación de Medio Oriente se ha venido preparando para los escenarios más terribles.
Ya lleva dos años y medio viviendo en la ciudad de Beerseba -dentro de lo que para tres denominaciones religiosas diferentes, se considera Tierra Santa-, laborando actualmente para una empresa en el ramo electrónico. Para él, la adaptación no ha sido fácil, en lo que se refiere a dominio del idioma, idiosincrasia y dificultades para la validación profesional, habiendo ejercido como abogado de la República y completado su doctorado en Orientación Cognitiva Conductual.
Aún a distancia sus vínculos con su tierra natal se mantienen, y sigue cumpliendo con sus funciones de Cronista de la Comunidad Judía en el Táchira, y Cronista del Movimiento Scout, pues siempre se ha considerado un apasionado a la historia. Una inquietud que le ha llevado a indagar los actuales acontecimientos en la comarca que lo ha acogido.
Y aún con todas las previsiones, la manera como el de conflicto en la Franja de Gaza ha cobrado dimensiones catastróficas con hasta los momentos 1.300 muertos del lado israelí y 1.900 del lado palestino, según datos oficiales de ambos gobiernos.
Sobre el desconcierto y temores surgidos a partir del masivo ataque del grupo fundamentalista islámico Hamas el 7 de octubre, con el consiguiente secuestro de civiles israelíes, muchos de ellos sacrificados sin consideraciones se edad y sexo, y la repuesta militar que envolvió a Gaza en llamas, cobrando la vida de otros tantos civiles más, Zinguer ofreció un testimonio de estos críticos días, así como su visión del conflicto.
Su testimonio fue recogido en una entrevista especial que concedió a la Nación Radio, que se puede ver y escuchar a través de la plataforma de YouTube de la emisora, y de la cual se sacan extractos para las siguientes líneas periodísticas.
Zinguer comenzó explicando que la embestida por aire, mar y tierra de Hamas ocurrió en plena celebración del Shabat, un día festivo, no obligatorio, que el judío devoto cumple asistiendo a la sinagoga y con una cena familiar especial.
La costumbre se desarrollaba de la manera como en miles de años se ha cumplido, hasta que sonaron las alarmas indicando el peligro de ataque con misiles, un sonido que aunque familiar, para ese 7 de octubre cobró una intensidad inusitada y estremecedora.
“Eran las seis y media de la mañana cuando sonó la sirena, que empezó a sonar de una manera más fuerte, y nos dimos cuenta que estaban atacando con los misiles. Lo que hacemos es seguir las instrucciones de las autoridades, y fuimos al cuarto blindado, y encerrarnos ahí hasta 10 minutos después de que suenan las alarmas. Acá todo el mundo sabe lo que tiene que hacer: digamos que el pueblo en general está preparado para esa contingencia. Salíamos y entrabamos al sitio de seguridad varias veces. Nosotros en Beerseba, a 50 kilómetros de la Franja de Gaza, somos afortunados: tenemos un minuto para refugiarnos, los poblados cerca de Gaza tienen segundos”.
Nos recordó Zinguer que la extensión territorial de Israel equivale a la de Táchira y Mérida juntas, y aclaró que desde un comienzo sabía que él y su familia se iban a instalar en un territorio de graves amenazas:
“Nosotros estamos claros en la situación, estamos claros en la zona que estamos viviendo. Agradecemos el poder estar aquí; sin duda es una tierra bendita. Todo tachirense que ha estado en el Muro de Los Lamentos ha experimentado la energía mágica de estar en Tierra Santa”.
Admitió que lo que ocurrió recientemente es más grave en comparación con otras escaramuzas de Hamas, y no es nada común a lo que ha venido pasando en Medio Oriente. Esto lo consideró así en tanto el ataque con misiles fue parte de una ofensiva mayor, con incursiones al territorio israelí por agua, mar y tierra, con el objetivo de atacar a la población civil, en un descuido de parte de la fuerza armada israelí, que debería señalar responsables en el Estado.
Para Zinguer, la reclamación territorial es solo una excusa que usan fundamentalistas islámicos para borrar todo vestigio de los valores occidentales en Medio Oriente e imponer un pensamiento único religioso.
“Israel recibe de estos grupos palestinos de Hamas al año 15 mil disparos de misiles, financiados con plata que reciben de la Unión Europea, de Catar y de Irán. Un dinero que podría usarse en hospitales. Esos grupos terroristas en su carta fundacional no dicen que van a construir un Estado Palestino, sino destruir el Estado de Israel, por representar los valores occidentales, los valores judeo-cristianos, los valores de la diversidad. Israel es la piedra de tranca para valores autoritarios, y fanático religiosos”.
Criticó que desde Venezuela se dé un apoyo a Hamas, y que el mismo no se puede confundir con la solidaridad para con Palestina, pues en ese país no todos están de acuerdo con las acciones del grupo islamista, que constituye la base del gobierno que se conoce como Franja de Gaza.
“Mucho del pueblo palestino no quiere a esta gente de Hamas. Aquí nunca ha habido un Estado palestino, nunca Israel ha ocupado una tierra palestina, porque esto fue parte del Imperio Otomano, que pierde luego de que su aliado en la Primera Guerra Mundial, Alemania, perdiera. Como consecuencia de eso, Inglaterra tomó el mandato sobre un territorio que se llamaba Palestina, que siempre perteneció a algún imperio”.
Como Cronista del Pueblo Judío en el Táchira recordó que la gran mayoría de los judíos que echaron raíces en nuestro estado había nacido en el territorio denominado Palestina, mucho antes de formarse el Estado de Israel.
“Realmente gran parte del pueblo de Israel apoya de que exista un Estado Palestino, al lado, pero con fronteras seguras, en el que su población trabaje y no viva de la caridad pública, que sean prósperos, que quieran lo que todos queremos: trabajo estable y calidad de vida. Israel le pasaba a Gaza agua, electricidad. Tú escuchas a todos esos políticos decir que Gaza es un Estado ocupado, y si tú dices que está ocupado es porque hay alguien que no eres tú; en Gaza desde 2005, el gobierno israelí, luego de salir bilateralmente, sacó a la fuerza a 6 mil judíos allí viviendo. Ahora los únicos judíos en Gaza son niños, mujeres, ancianas que ellos raptaron”.
Recordó que la población de Israel está conformada un 20 por ciento de árabes, algunos de religión cristiana y otros de religión cristiana, sin ser perseguidos por su credo.
“Los árabes que residen aquí, viven muy bien. En el sector construcción y salud hay muy buenos profesionales árabes. En el Ministerio de Población, cuando yo fui a arreglar algunos asuntos de mi documentación, me atendió una mujer árabe beduina, con su respectiva indumentaria. Ellos tienen representación política, y la mayoría de ellos aman a Israel, y así lo manifiestan en los medios de comunicación y en las redes sociales”.
Más allá de la respuesta militar y diplomática, la reducción de Hamas a su mínima expresión, para el historiador resulta una medida inevitable, para que no se sigan presentando ataques como el del 7 de octubre. No obstante esa no sería la única amenaza acechante, pues por el norte, ya en territorio libanés, Hezbollah estaría a la espera de una oportunidad para arremeter, y con mayor capacidad militar que Hamas. Su deseo es que la sección menos fundamentalista y laica de Palestina se deslinde de las acciones terroristas y puedan contribuir a la paz en Gaza.
“¿Por qué Estados Unidos manda los portaaviones? No porque Israel pueda contener el ataque, y si quisiese, pero ninguno de nosotros lo quiere, en dos minutos no existe Gaza, ni Cisjordania. Nosotros no queremos que muera gente inocente. Israel cuando va a lanzar un ataque a Gaza o Cisjordania, primero llama, avisa, manda mensaje de texto, tira una bomba de ruido. El presidente Netanyahu advirtió a la población de Gaza que se vayan al sur, porque van a atacar, y para eso tiene preparado un ejército de 360 mil soldados para que entre a Gaza, y es muy probable que eso pase”.
Condenó la guerra psicológica a través de la difusión de vídeo de ejecución de ciudadanos israelíes, y por tal motivo el Gobierno Israelí pidió discreción en el uso de las redes sociales.
“Mucha gente que tiene familiares secuestrados piensan que es mejor que ellos mueran de manera rápida, es menos doloroso. Israel se encontró en debilidad en medio de un conflicto interno político de la izquierda y la derecha; pero cuando ocurren cosas como estas todos nos unimos, pues siempre históricamente hemos estado en riesgo de ser borrados de la existencia. Ahora vienen aviones de todo el mundo con muchachos dispuestos a morir por Israel. Porque para todos los judíos del Mundo, esta es nuestra llave de seguridad”.
Por su edad y condición de emigrante, Zinguer en lo inmediato no sería llamado a las filas del servicio militar, pero se muestra dispuesto a ofrendar su vida de ser necesario, siendo todo ciudadano israelita potencial reservista. Se siente con una obligación moral dar su contribución a la causa de defensa militar, y por eso aceptó trabajar un domingo en su empresa.
“El israelí no es muy cálido como nosotros en Latinoamérica; pero sí es muy solidario. Hay una mujer que diga no tengo para el Shabat, y le van a llover donaciones por todos lados, y la ayuda es anónima. Aquí le donan lo que sea, a quien lo necesite Si un soldado va a tomar un café o va a comer, cuando van a pagar, resulta que alguien ha pagado la cuenta; ser soldado es un orgullo para toda la familia”.
Le preocupa que otros países se inmiscuyan en el conflicto; pero a su vez tiene fe que los acuerdos de paz que se han venido estableciendo con algunos de los países árabes vecinos, prevalezcan. Entre ellos, el más importante, el que se ha venido conversando con Arabia Saudita, que equilibraría las malas relaciones de Israel con Irán.
“Arabia Saudita se está preparando porque la era postpetrolera ya está llegando, y están analizando su futuro y saben que Israel les puede dar mucha tecnología. El restablecimiento pleno de las relaciones entre ambos países es una de las razones de que Irán inicie el conflicto. Israel es un país que no tiene recursos naturales, es un desierto; pero es un desierto en el que tú sales y hay parques por todos lados, donde no le falta agua potable, porque la extrae del mar”.
Con todo y el clima bélico que se cierne sobre Israel, Bernardo Zinguer descartó que la misma lo obligue por ahora al regreso a Venezuela, aunque las querencias y admiración por su patria natal permanezcan intactas, en tanto Israel, con todos y los obstáculos, le ofrece una mejor calidad de vida a él y los suyos.
“En Gaza misma se va la luz menos tiempo que en el estado Táchira, que yo adoro con el corazón, yo siempre discuto con los que hablan mal de Venezuela; pero como están planteadas las cosas, no regresaría. Me siento muy cómodo en Israel: acá vamos a suponer que tú y tu pareja tengan el trabajo más básico, más infravalorado; los dos pueden pagar un alquiler, un auto y pueden salir de vacaciones, además que tienes la salud garantizada. Aquí puedes tener un nivel adquisitivo alto. Y todo su gran recurso, fue el recurso de su inteligencia; a punta de creatividad y con la ayuda del Eterno, hemos sacado este país adelante”.
Admitió no obstante que hay varias cosas como latino que le ha costado adaptarse, pues la manera de ser del israelí, que lleva sobre sus hombros historia de holocaustos y guerras, puede definirse de “huraña”, lejos de la cortesía del andino. El tema de no dominar el hebreo, igualmente pesa, en especial cuando se aspira a validar una profesión.
Sin desconocerse la gran cantidad de bajas del bando enemigo, para Zinguer, esto es una realidad que los israelitas sufren tanto como los palestinos, pero a la cual se llega cuando la otra opción es ser exterminados.
“Efectivamente, es una tragedia ver a tantos civiles palestinos perder sus vidas en este conflicto. Como dijo Golda Meir, «Podemos perdonarles por matar a nuestros hijos, pero no podemos perdonarlos por obligarnos a matar a los suyos. La paz llegará cuando ellos amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros». Israel se enfrenta a una encrucijada difícil: si baja las armas, va a desaparecer, mientras que, del lado palestino, si cesan las hostilidades, finalmente podría haber un camino hacia la paz”.Es importante destacar que las Fuerzas de Defensa de Israel hacen esfuerzos considerables para minimizar las bajas civiles. Se advierte a la población antes de llevar a cabo operaciones militares, instando a la evacuación de áreas en riesgo. Sin embargo, Hamás utiliza a civiles como escudos humanos.
Por ejemplo, colocan lanzaderas de cohetes en zonas densamente pobladas, lo que obliga a Israel a atacar esas ubicaciones para neutralizar la amenaza. Recuerda que en el derecho internacional esta previsto que cualquier posición que sirva para atacar al oponente se convierte en objetivo militar legítimo, por tanto, Hamás convierte a áreas urbanas, escuelas y hospitales en objetivos militares, no podemos culpar al territorio atacado por tomar medidas legítimas en defensa propia. Israel tiene la responsabilidad principal de garantizar la seguridad y la vida de sus ciudadanos, que constantemente están en peligro debido a los actos de terrorismo”.
Freddy Omar Durán