Con su expresión “cuando vuelvo al Táchira me siento en mi pecera”, el maestro Jhonny Mendoza regresa una vez más a encontrarse con su gente, sus amigos, familiares y su música. Esa que lo vio nacer en el año 1965 y también lo vio correr, treparse y caminar sobre el pentagrama musical, hasta convertirse en uno de los mejores violinistas del país.

Su humildad está conectada a su andar por el mundo y regar la música que brota de ese violín andariego, su inseparable amigo.

Las sorpresas siempre se esperan en cada visita del tachirense Jhonny Mendoza, quien en esta ocasión escogió como escenario el Ateneo del Táchira – Salón de Lectura, para ofrecer un concierto elegante dedicado a su padre, el maestro José Pablo Mendoza, en el centenario de su nacimiento, y a la ciudad de San Cristóbal en los 457 años de su fundación.

A las 11:00 de la mañana, este domingo 15 de abril, los seguidores de este insigne músico podrán disfrutar de una diversidad de repertorio. Obras del maestro José Pablo Mendoza, una compilación de música latinoamericana y universal, y la agrupación que siempre ha sido parte de su vida, Cuerdas Andinas.

Tres cantantes como invitados especiales, los hermanos Gerson y Édgar Moreno y la soprano Floraly Avendaño. Los demás regalos sonoros y músicos acompañantes serán la verdadera sorpresa de esta mañana musical con Jhonny Mendoza. La entrada es libre.

Violinista, compositor y pedagogo nacido en San Cristóbal y radicado desde hace casi dos décadas en Miami, vuelve a su tierra, en la que siempre ha manifestado sentirse a gusto, cobijado por su familia y sus buenos recuerdos de la vida.

“En varias oportunidades ha visitado San Cristóbal, demostrando su gran estatura artística, y retorna en esta ocasión especial para rendir homenaje a su padre, presentando un disco con sus clásicas composiciones, grabadas a lo largo de cincuenta años, además de homenajear a su ciudad natal en la celebración de su aniversario”, comentó el cronista de la ciudad, el maestro Luis Hernández.

Su única presentación será este domingo, a fin de que sus seguidores vuelvan a disfrutar un maravilloso momento con su sortilegio musical. (María Teresa Amaya)