Regional
Joven venezolano, desde Colombia, ha donado 73 trajes de seguridad
2 de septiembre de 2020
Uno de los principales donantes de trajes para los médicos tachirenses, a través de este emprendimiento, es el joven venezolano Elvis Paúl Loyo Panza, diagnosticado positivo asintomático, y ya recuperado, quien estuvo quince días interno en una clínica de Cúcuta. Su historia fue publicada el sábado anterior en la edición en papel del diario, y la puede leer en aquí: Empezó con fuerte afección estomacal y luego resultó positivo asintomático
—Mi vida cambió, en el sentido de que, cada día, valoro mi día mucho más, dice Elvis. Ahora estoy consciente de que la vida se puede acabar en un instante, que tenemos cosas para ser felices, pero no las valoramos, no las usamos. Entendí que ahora tengo la oportunidad de hacer lo que me gusta.
Loyo contó que, durante sus días en la clínica, en una habitación sin ventanas, la reclusión y la soledad le hicieron pensar y reflexionar mucho, partiendo del hecho de que los médicos no quisieron verlo personalmente. Lo eludían. “Llamaban a la habitación y me enviaban el tratamiento con las enfermeras”.
—Allá las enfermeras me veían todos los días. Conocí su rutina porque las veía llegar a cambiarse de traje todos los días. Un protocolo de seguridad. Por ejemplo, si ellas salían de la zona de aislamiento, tenían que bañarse, cada vez. Por eso, de verdad extrañaba al médico venezolano, pues conozco su humanismo, su ética.
Dice Elvis que siempre –a pesar de su extrema juventud, 23 años- ha querido hacer obra social, pero “nunca lo pensé de inmediato. Lo dejaba para después. Ahora quiero involucrarme en eso, y ya lo estoy haciendo”.
“¡Yo quiero salvar vidas!”
La iniciativa de donar trajes para los médicos fue motivada por una conversación con un amigo médico de Venezuela, “quien me contó que la situación era crítica para ellos, que no tenían protección, que no tenían cómo cubrirse.
Me preocupó, porque sé la situación que hay en Venezuela. Yo estaba buscando la forma de hacer labor social, y ahí se me dio. Pensé y sentí que, como yo vi lo que es ahí adentro, sé a lo que se exponen los médicos y las enfermeras atendiendo pacientes.
Comprendí que los trajes y las caretas es lo más importante para que todo el personal de salud, incluso paramédicos del hospital o las ambulancias, que todos trabajen con tranquilidad”.
Elvis se enteró a través de las redes de que justamente acá, en San Cristóbal, había un emprendimiento que fabrica trajes de seguridad de calidad y a buen precio. No lo pensó dos veces y llamó a Patricia Ballesteros, el contacto directo con la fábrica: “Doctora, yo quiero salvar vidas”, le dijo.
Y concretaron el acuerdo, mediante el cual Elvis aportaba el costo de fabricación de 28 trajes, los cuales serían donados al personal del Hospital Central.
Patricia Ballesteros cuenta el corolario de este acto de sensibilidad humana, nacido en el corazón de un joven venezolano que padeció el contagio viral fuera de su país, mientras su también joven esposa se aproximaba poco a poco a darle su primer hijo, Paúl Santino, que nació el 6 de agosto.
—Él, dice Patricia, me ofreció la donación de 28 trajes completos para los médicos del HC. Después me donó 40 trajes más, de ellos 20 para Protección Civil y 10 para Epidemiología. Y donó 30 caretas de acrílico para Protección Civil. Hasta hoy, Elvis ha donado 73 trajes.
Humberto Contreras