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23 de noviembre de 2024
Casi diez generaciones de profesores universitarios se reencontraron en el evento y quedaron inmortalizadas en una misma foto. Aunque pertenecientes a diferentes épocas en la existencia de la ULA-Táchira, en todos ellos se sentía el mismo orgullo y la misma pasión por la enseñanza
Por Freddy Omar Durán
Motivo para el festejo, pero también para sembrar conciencia sobre su complicada situación presupuestal, que actualmente afecta a esa casa de estudios, fue el aniversario 237 de la Universidad de los Andes, celebrado este martes en el hall del núcleo Pedro Rincón Gutiérrez, de San Cristóbal
Estudiantes, profesores, egresados y personas afines colmaron las graderías y sillas para participar en un emocionante acto en el que la cultura, la religiosidad y el amor por un recinto que para muchos ha sido casa y sustento, tuvieron parte.
Fiel al lema “la casa que venció a las sombras”, esta vez la luz emanaba no solo de las brillantes mentes que allí asistieron, sino de un entusiasmo general que se sobreponía a cualquier pesimismo.
Ocasiones fueron varias para el aplauso y los vítores, primero para la réplica de la imagen de la Virgen de la Consolación de Táriba, luego para profesores y estudiantes, que en el momento de las ofrendas del acto litúrgico, avanzaron hacia altar, e igualmente para aquellos que prestaron su servicio a la docencia y han tenido que partir de este mundo.
Casi diez generaciones de profesores universitarios se reencontraron en el evento y quedaron inmortalizadas en una misma foto. Aunque pertenecientes a diferentes épocas en la existencia de la ULA-Táchira, en todos ellos se sentía el mismo orgullo y la misma pasión por la enseñanza.
En la homilía, el padre Joel Escalante, a cargo de la Pastoral Universitaria del Táchira, resaltó que la Iglesia y la universidad siempre han estado unidas desde su fundación, habiendo sido inicialmente en Mérida, para el siglo XVII, una institución de carácter eclesiástico.
—Hoy a nosotros, en este aniversario, no nos queda sino hacer un compromiso ante Dios, para buscar el éxito en la formación, en tiempos cuando la gente apuesta a la mediocridad y cuando está atrapada por lo tecnológico. Debemos estudiar mucho y también escuchar, escuchar a hombres sabios como monseñor Raúl Méndez Moncada, monseñor Nelson Arellano Roa y monseñor Sánchez Espejos, y uno quedaba hipnotizado con su mensaje, y no teníamos esos aparatos de ahora para entretenernos, y por los que ni siquiera les ponemos atención a las personas con las que estamos hablando. Así nos someten rápidamente. ¿Por qué digo esto? Porque los futuros profesionales deben estar alertas y despiertos, porque no todo lo que se difunde y se dice en la calle o las redes sociales es provechoso para la vida— impartió Escalante.
El presbítero consideró que, más allá de la riqueza material, el principal capital se ubica en el talento humano bien preparado y lograrlo es el gran mérito de las universidades
—Si seguimos dirigiendo un país con la mediocridad, si seguimos dirigiendo un país con la pereza mental, vamos a terminar bien mal, así tengamos petróleo, y así la guerra lo pague bien pagado. Lo más importante de una nación es su gente formada, preparados- pregonó Escalante.
Honor a una gran deportista
Luego de la eucaristía se hizo entrega de botones de honor a figuras públicas y personal de la ULA-Táchira que han venido engrandeciendo el nombre de la institución o vienen brindando un decidido apoyo a su funcionamiento y recuperación. Entre otros, recibieron reconocimientos Silfredo Zambrano, alcalde de San Cristóbal; Yesnardo Canal, director de Protección Civil; Kia Castellanos, Jordan Vivas, Luis Pastrán.
Reconocimiento especial recibió la deportista Paola Pérez, quien ha dejado el nombre del estado bien en alto en las Olimpiadas de Tokio-2020, y que regresó brevemente a su suelo natal, en un paréntesis a sus entrenamientos que desarrolla en Santiago de Chile. Uno de los sacrificios que le ha llevado ser una de las mejores en el fondismo ha sido interrumpir sus estudios universitarios en Contaduría Pública, en 2014.
—Al estar aquí sentí mucha nostalgia por los años que aquí pasé. Para mí fue genial hacer parte de la vida universitaria, donde hice grandes amigos, que me siguen apoyando en mi carrera deportiva. Son para mí una familia, y muchos profesores me dejaron muchas enseñanzas, que no solo se relacionaban con la carrera que estaba cursando— afirmó Pérez.
Larga vida
El vicerrector decano encargado, Omar Pérez Díaz, se mostró satisfecho con la receptividad y la organización del evento, demostrándose que la vitalidad de la Universidad de los Andes sigue en lo más alto.
—Este acto nos demuestra que hay alegría, que hay futuro. Hace tiempo no veíamos tal presencia en nuestro núcleo de alumnos de Medicina, Contaduría, Comunicación Social, entre otras. La Universidad de los Andes lleva 237 años formando profesionales en las diferentes áreas, y sigue siendo considerada una de las mejores del mundo— dijo Díaz.
Aprovechó Díaz la presencia de los medios de comunicación para recordar las más urgentes necesidades de la ULA-Táchira, y afirmó que las mismas han sido dadas a conocer tanto al alcalde de San Cristóbal, Silfredo Zambrano, como al gobernador del estado, Freddy Bernal, quienes a su vez han dado respuesta a algunos requerimientos en el mantenimiento de las instalaciones.
—Les hemos dicho a las autoridades que la inversión social que se hace en la universidad garantiza profesionales de alta calidad. La educación es el factor de mayor trascendencia e importancia para lograr el progreso. El ciudadano alcalde, Silfredo Zambrano, ha dado su apoyo para recuperar algunos espacios, y esperamos que egresados y empresarios den su aporte— dijo.
Recordó, a modo de denuncia, que en estos momentos la ULA-Táchira carece de presupuesto para gastos de funcionamiento, de transporte, de comedor, ni sistema de becas adecuadas.
—El programa FAMES, un programa bandera del presidente Chávez, donde se atendía a los estudiantes en cualquier centro privado de salud, hoy no funciona. También hacemos un llamado al gobernador para que nos colabore con las rutas estudiantiles. Vemos, por ejemplo, que hace 15 días la Universidad de Carabobo recibió 15 unidades. Nosotros estamos ganados desde la academia a contribuir a las soluciones, a contribuir a la calidad de vida de los tachirenses.
Reportó en los últimos días un incremento notorio de la matrícula, y el regreso de estudiantes que ya habían abandonado sus estudios, ubicándose en 310 estudiantes, con una aspiración a aumentar este año a 700.
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