Colombia: «Aeronave venezolana volverá a su ruta tras aterrizar de emergencia en Cúcuta»
20 de septiembre de 2024
Freddy Omar Durán
Abordar una educación con visión de futuro y al mismo tiempo que capture la atención del estudiante de hoy en día, dentro de un mundo con las mejores herramientas tecnológicas que pueden representar al mismo tiempo la exaltación del proceso de formación o su más rotundo fracaso, es un reto ineludible dentro de la construcción de la nación venezolana.
Ese tema fue tratado con el historiador José Antonio Pulido, director del colegio Domingo Savio, durante el programa radial Perfiles de Mi Tierra, y que él, junto al equipo docente, de especialistas y administrativo ha planteado como solución la filosofía NARbed.
En estos momentos José Antonio Pulido, junto al también historiador Bernardo Zinguer, adelantan un nuevo tipo de investigación histórica en la cual ya la historia no puede ser leída en los documentos culturales exclusivamente, y han abierto, por lo tanto, la inmensa biblioteca encerrada en nuestro ADN genético, y en tal sentido realizaron una indagación que implicó al recientemente fallecido Juan Vicente Pérez Mora, considerado hasta la fecha de su deceso El Hombre Más Anciano del Mundo.
Pulido en primer término puso de manifiesto que “la educación particularmente es algo que tiene que estar en la primera línea para resolver muchos problemas políticos, económicos, culturales”.
Desde la pandemia, la educación fue obligada a una transformación radical, más allá de la simple adaptación a las circunstancias, en un camino sin vuelta atrás y en el que la tecnología, más que “usada”, debe ser comprendida y ser puesta de aliada en la enseñanza.
“La pandemia del covid-19 nos llevó a un contexto de una educación híbrida, y terminó en una educación a distancia que nos obligó a entender cómo usar las redes sociales y demás aplicaciones para que los niños y niñas no estuvieran desconectados de la educación. Cuando iniciamos las actividades en el Domingo Savio, nos dimos cuenta que eran estudiantes diferentes a los que conocíamos apenas unos cuantos años atrás. Y Víctor Hugo Cárdenas y mi persona nos dimos cuenta que no podíamos ser un colegio más, pues la nueva realidad nos obliga a ello”.
El protagonismo de la ciencia y la tecnología ha arropado al ser humano actual de tan urgente manera, que posponerla a los estadios más elevados de la educación superior, trae como consecuencia entregar estudiantes a la misma con graves atrasos en conocimientos relacionados con la matemática, la física, la robótica y la astronomía.
“En NARbed (Nanotecnologia, Astronomía, Robótica y Bilingüismo Aplicados a la Educación) hablamos de nanotecnología porque es un paso más allá, ya no podemos seguir con el libro de biología clásico. La realidad virtual no es solo para videojuegos, por eso la necesidad del uso de los ‘oculus quest’ en el aula para astronomía y otras áreas”.
Para el historiador, la perspectiva sobre nuestro pasado ha venido cambiando, pues resulta ineludible considerar el papel que las nuevas tecnologías han venido jugando en la sociedad, especialmente en tiempos en que la inteligencia artificial gana una preponderante importancia. Igual sucede con la robótica, no exclusivamente vinculada a objetos con forma y funciones humanoides, ya está inserta en cuanto aparato disponemos en nuestra cotidianeidad. Para poner las cosas en su lugar, considera la importancia de trabajar en innovación en vez de seguir siempre haciendo lo mismo a la hora de enseñar.
“Si el profesor sigue con la ficha amarilla, el estudiante va a seguir presentando los mismos trabajos, porque los va a encontrar en la red. ¿La inteligencia artificial es válida? En Castellano te puede ayudar a corregir, a mejorar la redacción, y eso ayuda, siempre y cuando el estudiante aporte ideas para crear un texto nuevo”.
En la filosofía NARbed no se insiste en el “profesor de aula”, denominado mejor el “profesor planeta” en tanto su labor es más de acompañamiento que de “preceptor”, y que a su vez va de la mano de los “profesores satélites”, que refuerzan el trabajo de aquel, en tanto el docente es también una persona necesitada de apoyo y nuevos conocimientos.
“Decía Don Bosco que la escuela debe ser un lugar para ser feliz. Y en Venezuela las escuelas se han convertido en lugares grises, apáticos, y si el docente va triste, eso mismo se lo transmite al niño”.
Para la educación física -denomina gamificación-, más allá de la ejecutoria de rutinas deportivas, lo importante es una comprensión a profundidad del cuerpo. Teniendo la IA como alma vivificadora las matemáticas, obligatorio es para el sistema educativo del mañana, quitarle ese traje de ogro.
La creencia de que solo en ciertos países es posible una formación de avanzada, sería creer para el educador que los niños y niñas venezolanos son distintos a los del resto del mundo, cuando a ellos también los asiste la capacidad de asombro:
“Nuestra experiencia nos ha enseñado que sí se puede. Hace dos años nos miraban extraño cuando hablábamos de robótica, pero ya otros países del mundo estaban en esa onda. Este año comenzamos con una conferencia online con una tachirense que está en el centro astronómico de Chile y emocionada dijo: ‘Esa es la enseñanza que yo hubiese deseado’”.
La entrevista se consigue completa en https://www.youtube.com/live/wY1BU93dGgI?feature=shared
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