San Antonio como uno los puntos de mayor afluencia de la diáspora de Venezolanos que buscan nuevas oportunidades en otros países latinoamericanos, o sencillamente funge de lugar de paso a todos aquellos que deben realizar todo tipo de gestiones personales al otro lado de la frontera para paliar la crisis que viven en su país, tiene su propia versión de lo que han sido estos días de máxima tensión entre Colombia y Venezuela.
Parte de esa problemática local, los lugareños que están esperanzados con que la ayuda en víveres y medicinas entregada por el gobierno de los EEUU y que tiene como punto de acopio la ciudad de Cúcuta, creen se aliviará si se permite la pronta apertura de un canal humanitario.
Como afirmó José Rozo, expresidente de la Cámara de Comercio de San Antonio, “estamos aquí exigiéndole al régimen que azota a Venezuela a que abra los espacios a la ayuda humanitaria que está a escasos metros de donde nos hemos concentrado. Esa ayuda humanitaria que está allí simboliza para nosotros la vida, porque como dice las organizaciones de la salud médica en Venezuela, actualmente hay en peligro la vida de 350 mil personas por no recibir el tratamiento médico indicado, ya que adolecen de medicamentos y atención médica inmediata.
Sobre la actividad agregó que “Hoy estamos continuando una agenda de protestas pacíficas en donde los ciudadanos de la frontera nos lanzamos a las calles para respaldar el gesto que ha tenido la comunidad internacional de apoyarnos en esta salida democrática del régimen de Nicolás Maduro en paz, y en segundo lugar a apoyar las decisiones de la asamblea nacional y del presidente Juan Guaidó”
Hizo Rozo una descripción del complejo cuadro de calamidades que San Antonio ha afrontado no solo por la crisis económica que en general toca el país, sino por un éxodo descontrolado que en muchos casos ha decidido habitar por tiempo indefinido la franja de frontera.
–En primer lugar las políticas ruinosas del socialismo que está aplicando este régimen acabó con el comercio floreciente que se estableció aquí . Como se puede palpar, el 90 de los establecimientos comerciales están cerrados. En el eje fronterizo San Antonio y Ureña operaba el 53 por ciento del parque industrial del estado Táchira: gran parte de esas empresas que lo constituían cerraron sus puertas y no las volvieron a abrir, lanzando a la calle a centenares de trabajadores que dependían de eso empleos dignos. Por si fuera poco este éxodo humano que se viene produciendo desde el interior del país hacia Colombia y demás países vecinos ha impactado socialmente la cotidinidad y los servicios. A una población formal de 70 mil habitantes según el último censo, hoy se suman mas de 200 mil personas que usan los servicios, que viven en condiciones precarias, practican un comercio informal que poco deja al municipio, y propician condiciones críticas de salud y seguridad.
Salud precaria
Con respecto a la salud en frontera se refirió el doctor Mario Torres, perteneciente al Capitulo san Antonio de la ONG “Médicos Unidos por Venezuela”.
Al respecto refirió que “lamentablemente la situación es bastante complicada porque tenemos un gran grueso de pacientes que son tanto colombianos como venezolanos. El apoyo que ha prestado el gobierno de Colombia ha sido fundamental para evitar que la crisis se note mucho mas en San Antonio y Ureña. Sin embargo, el principal centro asistencial que es el hospital Samuel Dario Maldonado se encuentra en una situación muy deplorable: no hay ascensor, no hay personal suficiente, las salas de hospitalización no funcionan porque no se cuenta con insumos ni con el personal idóneo El único quirófano que esta funcionado se encuentra en un área habilitada donde no debería estar, en la cual se intenta atender las emergencias estrictas, en especial las cesáreas”.
También hizo un llamado a las autoridades para que sin dilación acepten la ayuda humanitaria:
–Estamos haciendo todo lo posible para que la ayuda humanitaria ingrese. Por eso hacemos un llamado no solo a la ciudadanía sino a todos los actores que hacen vida en la sociedad, en especial las fuerzas armadas, que tienen su oportunidad de ponerse en el lado correcto de la historia. Recuerden que ustedes también tienen amigos, familiares que se enferman, e incluso han visto la muerte de cerca. Hemos visto que por falta de insumos se murieron pacientes que se pudieron haber salvado en mejores circustancias. (FD)