Regional
La ayuda para el paciente y sus familiares es una prioridad para las “Damas de Azul
6 de diciembre de 2019
Armando Hernández
Son conocidas como “Ángeles Azules” o “damas voluntarias”, admiradas, queridas y respetadas por los diversos sectores que hacen vida en nuestros principales centros asistenciales y en nuestro caso, en el Hospital Central de San Cristóbal, donde su presencia es sinónimo de amor, solidaridad, cariño, ayuda y consuelo de pacientes y familiares.
Están agrupadas en un movimiento denominado Damas de Acción Voluntaria de Hospitales, una asociación civil sin fines de lucro, que se esmera en trabajar a favor del paciente hospitalario, particularmente en la parte afectiva y humana.
Maribel Díaz, forma parte de la directiva de esta loable organización que este jueves, 5 de diciembre, ha celebrado su aniversario. Explica que uno de los propósitos es hacer más llevadera la estadía en un hospital, tanto al paciente como a sus familiares.
En muchos casos, agrega, el paciente no está consciente de su situación y la familia, a pesar de que no sufre la patología, se ve afectada al tener un ser querido postrado en una cama y bajo tratamiento, muchas veces en situaciones muy difíciles. “Ahí entra en acción la dama voluntaria de hospitales, que en primera instancia trata de conocer la situación y prestar el apoyo que sea posible”, añade.
Antes esa era la tarea primordial, pero ahora existen otras condiciones que han surgido ante la situación del país, y debido a que la salud es uno de los aspectos en la vida del venezolano que más se han visto afectados por carencias y necesidades. “La situación de las instituciones, entre ellas los hospitales, nos ha llevado a enfocarnos en otras ayudas y colaboraciones que podamos aportar, tales como insumos y medicamentos”.
Explica que “a nosotros nos hacen llegar insumos, medicamentos, ropa y zapatos, y todo eso tiene un destino principal, que no es otro que el paciente y la familia”, aclara.
—En nuestra razón de ser, el primer escalón o prioridad es el paciente, que en vista de la actual situación es cada día más vulnerable. Muchos llegan en estado de soledad y necesidad profunda, donde se nota más la miseria—. Particularmente hace referencia al paciente en situación de calle, que por lo general llega sin familiares y sin nada, con gran necesidad. Es allí donde se ve la acción de las damas voluntarias, pues a estos pacientes les deben facilitar todo, desde una sábana, una cobija, una toalla, hasta colaborar con sus insumos para el aseo personal. “Nos preocupamos por sus medicamentos para que cumpla con el tratamiento, y ayudamos para los exámenes de laboratorio y lo que necesita para que el tratamiento llegue a su fin; le brindamos afecto”.
—Esta es la labor: Nosotros no interferimos con la parte médica, ni técnica, ni de enfermería. Simplemente colaboramos con ellos, porque nuestro fin es otro y debemos ser muy prudentes y cuidadosos en ese particular. Valoramos y respetamos la labor del médico y la enfermera, y nos ocupamos más de la parte afectiva y las necesidades que puedan tener cada paciente y sus familiares, dice luego Maribel Díaz.
Insta a las comunidades a convertirse en amigos de la acción voluntaria y contó que para ella ser voluntaria y hacer el bien en el Hospital Central de San Cristóbal, ha cambiado su vida de manera positiva. “Te permite ser más agradecido, valorar lo que tenemos, dejar la queja y trabajar desinteresadamente por quien lo necesita.
Es una cosa que nos llena el corazón y a pesar de que no rinde beneficios económicos, se siente la alegría y la satisfacción de ver el rostro de un paciente agradecido, que sus familiares nos expresen su agradecimiento y nos bendigan por lo poco o lo mucho que pudimos hacer por ellos. Ese es un gran premio y una gran retribución”, dice con emoción.
“Invito a todos para que pasen por el hospital y vean lo que hacemos y lo que queremos. Que se den cuenta de que, a pesar de la situación, hay muchas cosas que se pueden realizar, si nacen del corazón. Que es posible realizarlas con tan solo quererlo, que podemos ayudar a quien lo necesita, no por un pago o porque fue ordenado, sino porque nace, y podemos hacer algo efectivo por un semejante que está en la cama de un hospital y requiere de nuestra ayuda y solidaridad”.