En el Día Mundial contra la Corrupción, la ONU señala que esta “es una lacra que socava las instituciones democráticas y pervierte el imperio de la Ley”
Humberto Contreras
Cada año, se pagan aproximadamente un billón de dólares en sobornos, en todo el mundo. Eso sin contar que, según se calcula, durante el mismo lapso se suele robar cerca de 2,6 billones de dólares con prácticas de corrupción, y estima la Organización de las Naciones Unidas que en los países en desarrollo, la cantidad de dinero que se pierde con esta práctica es diez veces mayor a la cantidad que se dedica para asegurar una buena calidad de vida a los ciudadanos.
Todo ello, estima, equivale a un total de 5 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta todos los países del mundo. Entre otras cosas, esta práctica socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervertir el imperio de la ley y crear atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos.
Así lo dice textualmente la ONU. También, agrega, atrofia los cimientos del desarrollo económico, ya que desalienta la inversión extranjera directa y a las pequeñas empresas nacionales les resulta a menudo imposible, superar los “gastos iniciales” requeridos por la corrupción.
En atención a este grave problema mundial, el 31 de octubre de 2003, la Asamblea General de la ONU aprobó la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, que entró en vigor en diciembre de 2005, y pidió al Secretario General que designara a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, como la Secretaría para la Conferencia de los Estados Partes de la Convención.
La finalidad de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción es promover y fortalecer las medidas para prevenir y combatir la corrupción con mayor eficacia; promover, facilitar y apoyar la cooperación internacional y la asistencia técnica en la prevención y la lucha contra la corrupción, incluida la recuperación de activos, y promover la integridad, la obligación de rendir cuentas y la debida gestión de los asuntos y los bienes públicos
La efeméride
Desde el año 2003 se celebra en todo el mundo el Día Internacional contra la Corrupción, una efeméride creada por la ONU, con el objetivo de frenar y eliminar en todos los países miembros, los actos de corrupción por parte de aquellos hombres y mujeres que se aprovechan de un cargo de poder en el sector público para enriquecerse a costa de los intereses del pueblo.
–Para crear conciencia contra esta lacra, indica la ONU, y difundir el valioso papel de la Convención a la hora de luchar contra ella y prevenirla, la Asamblea también designó el 9 de diciembre de cada año como Día Internacional contra la Corrupción.
En su vigésimo aniversario y más allá, esta Convención y los valores que promueve son más importantes que nunca, lo que requiere que todo el mundo aúne esfuerzos para hacer frente a este delito. Gobiernos, sector privado, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y ciudadanos en todo el mundo, están uniendo fuerzas para combatir este delito.
“Nuestro mundo se enfrenta a múltiples desafíos, tragedias, desigualdades e injusticias, y muchas de ellas están vinculadas a la corrupción. Construir un mundo justo y un planeta sostenible solo es posible si la corrupción no se interpone en el camino. Unidos, podemos combatir la corrupción”, indica la Organización en la celebración de la efeméride.
La campaña 2024
“Unidos con los jóvenes contra la corrupción: Formar la integridad del mañana”. Este es el lema de la conmemoración este año. Con 1.900 millones de jóvenes en el mundo, la lucha contra la corrupción es vital para el futuro de casi una cuarta parte de la población mundial.
La campaña para el Día Internacional contra la Corrupción 2024-2025 se centra en el papel que desempeña la juventud como defensora de la integridad, sensibilizando sobre la corrupción y su repercusión en sus respectivas comunidades.
Participarán activamente en debates, compartirán sus experiencias y propondrán soluciones innovadoras para combatir la corrupción. La campaña amplificará las voces de los dirigentes de la integridad del mañana, permitiéndoles expresar sus preocupaciones y aspiraciones, con la esperanza de que sus llamamientos sean escuchados y se actúe en consecuencia.
Los más corruptos
El Índice de Percepción de la Corrupción, IPC, es una valoración que realiza un grupo de expertos a través de encuestas a la población, para saber la percepción que tiene la gente con respecto a los niveles de corrupción de sus respectivos gobernantes o el sector público en general. La escala de evaluación va desde 0 que indicaría un alto nivel de corrupción a 100 que representa muy bajos niveles de corrupción.
En 2018 los países cuyo índice era mayor (menos corrupción), fueron Dinamarca y Nueva Zelanda, con una calificación de 88 y 87 puntos respectivamente, lo que los cataloga como los países más limpios del mundo en cuanto a actos corruptos.
En la cara opuesta se encuentran Afganistán, Corea del Norte y Somalia, los tres con una calificación de apenas 8 puntos, lo cual los cataloga como los países más corruptos del mundo.