Regional
“La tabla del puente se partió y mi cuerpo quedó guindando” #trochas
18 de agosto de 2021
Entre odisea, agonía y humillación, así describen el paso por las llamadas trochas o pasos ilegales que transitan miles de personas para movilizarse entre Táchira y Norte de Santander-Colombia, ante el cierre de los puentes internacionales
Rosalinda Hernández
El pasado viernes, 13 de agosto, cerca de las 7:30 de la noche, Yanalet Alemán regresaba de la población colombiana de Cúcuta con su esposo, a través de “Las Pampas”, uno de los pasos ilegales que a diario transitan decenas de venezolanos que buscan solventar cualquier situación en el vecino país, tras el impedimento de las autoridades venezolanas de circular por el puente internacional Simón Bolívar, cerrado al paso peatonal desde marzo de agosto de 2020.
En medio del trajín, la oscuridad y el andar acelerado, mientras Yanalet atravesaba uno de los improvisados puentes fabricados de manera rudimentaria con tablas sobrepuestas, una parte de la estructura cedió y la tachirense cayó. Medio cuerpo quedó suspendido en el aire, mientras ella se sujetaba fuertemente de la armadura de tablas que quedó firme para no caer al vacío.
“La tabla se partió y medio cuerpo me quedó guindando. A mi esposo le tocó pedir ayuda para sacarme. Me golpeé la cabeza, el seno, el brazo, el hombro, la pierna y el pie…toda la parte izquierda. Los ligamentos del hombro se afectaron y tengo una fisura en el pie”, contó llorando a Diario La Nación.
Cuando lograron levantar a Yanalet, la llevaron a la sala de emergencias del hospital Samuel Darío Maldonado, de San Antonio, pero no recibió la atención requerida al no contar con el personal de salud adecuado para la emergencia.
“En el hospital no hay traumatólogo, ni radiólogo. Lo que me pusieron fue algo para el dolor e inmovilizaron el brazo. Luego me llevan a la clínica Argus, pero no había electricidad y no me pudieron atender, ni sacarme la placa; luego me remiten al centro de salud del Rotary Club, pero allá tampoco había traumatólogo, ni radiólogo”.
Más de cuatro horas rodando por toda la población fronteriza para poder recibir asistencia médica de emergencia duró Yanalet, quien finalmente tuvo que esperar al día siguiente para ser atendida en un centro de salud privado de la localidad.
Ahora cumple un reposo absoluto, debido a la fisura que se produjo en el pie izquierdo, además de problemas en los ligamentos del hombro izquierdo y un dolor intenso en el abdomen que obligó a practicarle, la mañana del lunes 16 de agosto, un eco abdominal que determinará si existe otra lesión.
“Esto ya es demasiado, no tenemos por qué estar expuestos a esta situación; abran esos puentes ya. No tenemos que estar sometidos a tantas humillaciones, queremos que esto se acabe. Si lo que me pasó a mi le sucede a una persona de la tercera edad, a lo mejor las consecuencias serían peor. Delante de mí pasó una embarazada, ¿si ella hubiera sido lesionada? ¿Ahora quién me paga a mi todo esto?”, cuestionó.
Con voz notablemente afectada, la habitante de San Antonio del Táchira alertó sobre el riesgo constante al que se someten las personas que cruzan a través de los pasos ilegales, y a su juicio nadie hace nada para evitarlo.
En tratamiento intravenoso y aporreada por los golpes recibidos, esta tachirense de 38 años de edad aguarda la recuperación en su casa, inmovilizada, en absoluto reposo, y rogando a Dios que la amarga experiencia obtenida no se repita u ocurra una tragedia de mayor magnitud, ante la negativa de abrir el tránsito por los puentes internacionales.
Yanalet, no es la única persona que ha sufrido accidentes mientras cruzaba las trochas que unen a Venezuela y Colombia.
Desde el 19 de agosto de 2015, los habitantes de municipios de frontera han padecido y visto alterado su modo de vida, luego del intempestivo cierre total de los pasos legales con Colombia.
La población desde entonces, acostumbrada a una vida de tradición comercial y cultural con los vecinos, ha visto en las llamadas trochas una alternativa para continuar con el acercamiento que históricamente han tenido dos países que se consideran hermanos.