Organizar la víspera de una misa de aguinaldo es un arduo trabajo humano, de entrega, responsabilidad, mística, puntualidad, unión, esfuerzo, sacrificio y creatividad.
Para los católicos se trata de festejar la temporada previa a la Navidad con quema de pólvora, hacer el paseo con las carrozas, que no falte la música, la alegría de madrugar y la fe para estar ante la presencia de Dios en la santa misa.
En el municipio Guásimos, como en otros municipios del estado Táchira esta celebración tiene muchos años de historia. Sus moradores saben que las vísperas son las actividades especiales que comienzan a las seis de la mañana del día previo a la eucaristía que se celebra, puntualmente a las cinco de la mañana.
Se convierten en horas de distracción que envuelven a propios y extraños del 16 al 24 de diciembre, además de la misa del 31 de diciembre que también tiene su programa.
Las capitanías, nombre que se da a los organizadores de la víspera de cada misa, es un grupo humano que vive la pasión de coordinar la actividad que sirve de antesala a la actividad religiosa. Trabajan con el debido tiempo a fin de no dejar escapar un detalle enmarcado dentro de esta fiesta, procurando siempre impactar con una novedad.
Benedo Luna, Ignacio chacón, Carmen Torres y Gerardo Torres, miembros de la capitanía de Toico, narraron parte del trabajo que se cumple en la víspera de la V misa de aguinaldo oficiada en el templo San Agatón de Palmira.
Trabajo de casi todo el año
Para ellos comienza la organización en febrero. Organizan una rifa cuyos premios son en dinero en efectivo y entrega de premios mensuales, quincenales o especiales como el Día de la Madre, el Día de la Virgen de la Consolación.
Todos se esmeran por ofrecerla y celebran por cada ticket vendido. Están claros que estos recursos sirven para costear gran parte de los gastos. También organizan vendimias, bingos y otro tipo de actividades con la finalidad de garantizar los recursos que permitirán cumplir las metas para la fiesta navideña. La mayoría de vecinos de la comunidad de una u otra forma colabora.
Paso a paso recogen los fondos. La rifa es la mejor fórmula para reunir los recursos que se invertirán, opción que también aplican las distintas capitanías.
Explican que los que asumen la capitanía tienen la responsabilidad de buscar el dinero, porque organizar la víspera implica en la actualidad hablar de dólares y pesos colombianos, unos 5 mil dólares o 20 millones de pesos, lo que significa mucho dinero.
Pero satisface porque la gente responde, sobre todo con la rifa que deja una importante ganancia para garantizar el éxito de la víspera. La comunidad está clara en la inversión y confía en los capitanes.
— ¿Cómo distribuyen los recursos?
— Hay prioridad para la compra de la pólvora, de la recámara y la comida que se reparte entre las personas que están en la caravana, bandas, disfrazados, organizadores, y de ahí en adelante se da a la comunidad y a los que se acerquen teniendo la premisa de que no se puede negar la comida a nadie.
— ¿Deben ayudar con recursos para hacer una carroza?
— Sí. Es costoso, porque hay que pagar el camión, todo el material, entre ellos, la vestimenta de quienes van en esa carroza. Se deben mandar hacer los trajes. No hay costos exactos. Hay unas carrozas que salen más caras que otras. Una de ellas puede ser la de los Reyes Magos, sin embargo, la gente colabora en incluso vestirse de Virgen María, San José, pastores u otro tema de determinada carroza.
— ¿Cuánto se invierte en pólvora?
–Es un recurso de alto precio que no puede faltar. Suenan los primeros tiros a partir de las cuatro de la mañana en la víspera de Toico, aunque cada capitanía es autónoma, tiene su evento y su forma particular de organización, entre ellos, la forma de quemar la pólvora.
— ¿Cómo es la forma de pago de la pólvora?
— El 50 % se paga antes de comenzar a fabricarla y el 50 % cuando la entregan. Es un sacrificio reunir el dinero, pero se logra. Se paga aparte la recámara y los morteros que se queman durante toda fiesta. Cada año ese material aumenta de precio. El año pasado había más pólvora. Este año 2023 será menos, por su alto costo.
— ¿Qué precio tiene la recámara?
— La compramos a 8 mil pesos o dos dólares el metro. Su extensión depende de lo que quiera la capitanía organizadora de la víspera. A veces cubre tres cuadras de las cuatro que tiene la plaza Bolívar. Por lo general son 250 metros. Ese es el mínimo de la longitud de la recámara, si alcanza el dinero se manda a hacer más cantidad. Pueden llegar hasta 500 metros que son dos vueltas a la plaza.
— ¿Y el coctel de piñita que reparten sale de los recursos reunidos para la víspera?
— Sí. Esta bebida se comparte durante el paseo. La gente ya la pide. Es tradición.
Lo principal de esta actividad es la eucaristía. Sin la misa de aguinaldo no habría celebración. Allí se deja lo mejor de todos y una vez finalizada se invita a un compartir con chocolate, en la casa parroquial, que también implica contar con el dinero necesario.
— Quienes elaboran el chocolate no duermen ese día. Primero colaboran con otras actividades y a las 11:00 de la noche un grupo se va al salón parroquial a prepararlo y será servido a las seis de la mañana, una vez oficiada la eucaristía.
La víspera es un trabajo que dura 24 horas sin parar. Empieza la celebración el 19 de diciembre a las seis de la mañana y termina a las siete-ocho de la mañana del siguiente día la correspondiente a Toico.
— ¿Qué les motiva a seguir trabajando?
— Es una fiesta muy bonita. Es la misma todos los años, pero se maneja de una forma diferente -, dijo, Gerardo Torres, joven de 28 años de edad—
Obeledo Luna se acuerda que sus bisabuelos, abuelos y de su padre quienes fueron capitanes de la comunidad, y ahora él es el presidente de esta capitanía. “Ahí están los ejemplos más claros de por qué hay motivación”, expresó.
— Lo primordial de todo esto es no perder la tradición. A veces dicen que no van a trabajar porque están cansados, pero siguen apoyando, entendiendo que su experiencia aún se necesita — apuntó Ignacio Chacón.
Ya, a unos días de iniciar un nuevo compromiso de festejar la V misa de aguinaldo, comienzan a apretar los nervios. Este año el eslogan es: sentimiento y tradición.
Nancy Porras