Regional
La zona norte del Táchira juega su primer Campeonato Municipal de Kickingball
31 de octubre de 2023
Por Génesis Daniela Prada
El futuro del kickball luce prometedor en la zona norte del estado Táchira ante el primer campeonato municipal de esta disciplina: cinco equipos de mujeres defenderán los colores de sus entidades anotando carreras. La pasión por el deporte impulsa al evento, pero el deseo por demostrar las destrezas de las jugadoras es su mayor aliciente.
Los municipios Ayacucho, García de Hevia, Jauregui, Samuel Darío Maldonado y Seboruco, unieron voluntades a fin de dar lugar al torneo, establecer las fechas de cada encuentro y el reglamento por el cual se regirán, asimismo fijaron los estipendios económicos a recibir por el primer, segundo y tercer puesto.
En entrevista con Diario La Nación, Liliana Pardo, profesora de educación física y recreación, y representante de La Fría en la organización del municipal, detalla el significado de la iniciativa deportiva para sus creadores/as y participantes.
“Buscamos proyectarnos como la potencia del Kickingball en la zona norte a través de un campeonato de nivel, que permita a las selecciones destacar sus habilidades deportivas; queremos brindar un escenario para todas, para quienes gozan de una gran trayectoria, y para los talentos que aún no han podido hacer gala de sus aptitudes”, enfatiza la entrenadora.
Los grupos están integrados por adolescentes y mujeres entre los 17 y 40 años, cuyo principal reto ha sido la disponibilidad de tiempo, pues el amor por el deporte no siempre resulta comprensivo con los demás roles desempeñados por las atletas.
La competencia, reconoce Pardo, procura reconciliar la práctica deportiva con las diversas áreas vitales de las jugadoras. Si bien las integrantes de los equipos son estudiantes, emprendedoras, madres y responsables de sus hogares, la afición por el futbeis no obstaculiza ni impide el desenvolvimiento de tales labores.
“El compañerismo ha sido ingrediente fundamental para dar oportunidad a las aspiraciones personales, en medio de las ocupaciones diarias. La convergencia de los municipios ha permitido a las jugadoras intercambiar opiniones sobre el deporte, y discutir la importancia de este en sus vidas como una expresión de realización que enrique sus otras facetas”.
Alentando la presencia plena de las mujeres en el mundo deportivo, Pardo y sus colegas pretenden continuar con el legado del balompié, una práctica deportiva cuyo surgimiento fue la respuesta de las mujeres a la negativa de los hombres de permitirles jugar futbol.
La tachirense, también fundadora del Club Unión Deportiva de Kickingball, comprende que el reconocimiento de esta disciplina contribuye a deconstruir las visiones sexistas sobre los deportes jugados por mujeres; del mismo modo nutre la representación femenina e inspira a las categorías menores.
Meses atrás, la entrenadora se enfrentó a la ausencia de instalaciones para el entrenamiento de las niñas que integran su club. La situación alteraba la percepción de las pequeñas en cuanto a su desempeño deportivo, comprometía su desarrollo, así como su seguridad, mientras el futbol masculino disfrutaba de los sitios de formación.
Sin embargo, la disposición de campos deportivos donde prepararse y jugar los torneos no es más una preocupación para los coordinadores de la competencia.
La habilitación de espacios es una meta alcanzada tras meses de trabajo, que evidencian la evolución del kickingball y la reivindicación del deporte femenino, haciendo posible “ofrecerles un sitio seguro a las jugadoras”, capaces de elevar la categoría del campeonato.
Cinco municipios, cinco fechas, cinco juegos
El primer conjunto de partidos se celebró este domingo 29 de octubre en el Campo Deportivo Bolívar 2000 en San Juan de Colón. Las jugadoras de La Fría, Seboruco, y las anfitrionas de la celebración fueron las triunfadoras de la jornada, acumulando -hasta ahora- 13, 12 y 11 carreras respectivamente.
Según el cronograma del torneo, serán cinco encuentros, uno en cada municipio, y ocurrirán cada 15 días. Durante las jornadas, se efectuarán cinco enfrentamientos: “un todos contra todos”, explica la profesora. Las selecciones que acumulen la mayor cantidad de puntos jugarán la final del municipal.
El Estadio Encarnación Rodríguez en La Grita será la siguiente sede en dar la bienvenida a las atletas. Continuarán el campeonato en la Tendida, en el Campo Deportivo Maranatha. En enero de 2024 retomarán la competencia en el Campo Deportivo del Club Termoeléctrica en La Fría, y el desenlace del torneo tendrá lugar en el Polideportivo Rigoberto Vito Pernía en Seboruco.
La planificación de los partidos ha enfrentado obstáculos de distinta índole, siendo el financiamiento el principal. La falta de patrocinio responde al poco entusiasmo de los entes públicos y el sector comercial respecto al kickingball.
“En mi opinión, todavía no nos reconocen como el deporte femenino número uno del Táchira por estar dirigido por mujeres, aunque practiquemos una disciplina deportiva en constante evolución”, reflexiona.
De acuerdo con Pardo, las cuotas de apoyo a las selecciones varían según el municipio. Por ejemplo, en Ayacucho la selección recibe respaldo de la alcaldía y los comercios. El equipo de Jauregui goza igualmente del auspicio de la administración pública y los negocios.
El rasgo común entre las dos localidades andinas es una combinación del reconocimiento del deporte femenino y la capacidad de convocatoria a eventos deportivos de mujeres.
En García de Hevia el acceso a financiación es relativo, el patrocinio de los comercios crece poco a poco, “pero no contamos con un soporte gubernamental contundente que nos permita crecer, aunque entre las filas del equipo destaquen atletas de la selección tachirense de Kickingball”, señala Pardo.
Debido al incremento gradual -e inestable- del financiamiento al beisbol pie, los grupos buscan formas de auto sustentarse. De hecho, el torneo municipal permitirá a las selecciones recolectar dinero en los partidos a partir de iniciativas emprendidas por las mismas jugadoras.
Cada grupo aprovechará la jornada en su municipio para ofrecer comida y bebidas a los asistentes, así las ventas realizadas en los diferentes campos costearán los gastos de equipamiento, transporte, hidratación, entre otros, de las próximas fechas.
Los retos económicos no diezman el ímpetu de los entrenadores/ras y las atletas por convertir al kickingball en el deporte más importante de la zona norte del estado, tampoco desalienta el trabajo en equipo, pues la unión es el logro más importante conseguido en el camino al campeonato.
“En García de Hevia unimos a las jugadoras de seis equipos para conformar una selección de 18 atletas, y sus diferencias en cuanto a formas de vida y opiniones no han pesado más que el objetivo a alcanzar. En el campo todas son iguales”, afirma Pardo.
*Los términos kickball, futbeis, beisbol pie y balompié se refieren al kickingball