En los próximos días, los tachirenses deben tomar previsiones, pues ya está establecido un régimen de racionamiento de agua, que para este 2020 se ha adelantado, ya que por lo general estas medidas se adoptaban después del mes de marzo.

La merma de sus caudales, como ha dado a conocer Hidrosuroeste a través del plan de abastecimiento publicado en los medios de comunicación de la región y las redes sociales, ha sido la razón de estas restricciones del servicio.

Y si nos atenemos a los pronósticos meteorológicos, que nos presentan uno de los años más secos de los últimos tiempos, la comunidad debe tomar las previsiones del caso, procurando no desperdiciar tan especial recurso y tener en las mejores condiciones los contenedores de agua en las casas, de manera que estos cumplan las medidas de higiene, garantizando un elemento apto para el consumo humano, y no se conviertan en criaderos de plagas como los mosquitos.

El cronograma nos presenta un racionamiento intenso, casi de 24 por 24, es deci,r un día por medio con el agua las 24 horas, y otro con 12 o 24 horas sin agua. En el mismo se refiere que se ha adoptado con miras a la mejora del servicio y que podrá ser modificado, dependiendo del comportamiento de las lluvias en los próximos días y de los trabajos de mantenimiento que tengan que realizarse en el sistema. Se contemplan en el plan 10 zonas que abarcan toda la geografía tachirense, con la advertencia de que los municipios Bolívar y Ureña se regirán por un programa de sectorización interno.

Diariamente el Táchira estaba recibiendo alrededor de 40 mil litros, provenientes de los caudales de los ríos y los depósitos del acueducto; en la actualidad, esa cifra ha bajado a unos 38 mil litros.

También es fundamental que la comunidad no se descuide con los botes de aguas blancas, y haga reporte a Hidrosuroeste y a los entes municipales y regionales competentes, exigiendo que estas instituciones den respuesta inmediata a estas situaciones, que complican el desabastecimiento que sufrirá el Táchira, y se suman a un cuadro preocupante de deterioro de los servicios básicos que sufre la región.