Víctor Matos
Han sido innumerables los hombres y mujeres que escoltaron desde un principio hacer realidad el sueño de contar en San Cristóbal con la Feria de San Sebastián en honor a su patrono y luego convertida en internacional por el deslumbrante programa de actividades que desde sus inicios exhibió.
Se debe la realización de este gran festejo al liderazgo del entonces muy joven Hugo Domingo Molina, rodeado de un equipo de pioneros que apoyaron el proyecto y trabajaron incesantemente hasta hacer realidad su ejecución en enero de 1965, eligiendo inclusive a su primera soberana, la señorita Nelly Colmenares Luna, en un célebre encuentro realizado en el Gimnasio Cubierto Arminio Gutiérrez Castro de La Concordia.
Pero a lo largo de su desarrollo, se han destacado figuras que sin interés personal alguno se abocaron a apoyar la fiesta, y que ya dejaron de existir, pero destacaron una impronta de amor a su terruño y de buen servicio a la comunidad a través de la fiesta más importante del año.
Así, recordamos por ejemplo a los locutores Carlos J. Bustos con su espacio Estudio de la Feria, imperdible todos los años, y a su colega Luis Laviana, con un programa radial sumamente variado.
También se distinguieron periodistas de la calidad de Omar G. Pérez, que dedicaba su página Mi Canal Indiscreto al festival durante todo el mes de enero; así como las columnas Desde mi Caseta de Longobardo Lossada Roa por El Nacional, e igualmente “Bengalas de Feria” de Edgar Suárez Fontiveros a través de La Nación.
En la televisión, se destacó Héctor Rojas con “La Feria” por la Televisora Regional del Táchira; y en la transmisión taurina, sin lugar a dudas tanto don Antonio Aragón como el gran Kike Rosales.
La parte bailable también tuvo sus connotados participantes, como la de Orlando Peñaranda con su conjunto Orlando y su Combo; Renato Capriles y su orquesta Los Melódicos, quien no se perdió ningún episodio mientras estuvo vivo; Billo Frómeta, director de la Billo´s Caracas Boys; Pastor López y su Combo; y en el folklore regional, Luis Lara y su conjunto, así como el compositor Jesús “Chucho” Corrales, y una larga lista de personajes anónimos que prestaron todo su entusiasmo para que se agigantara cada vez más la Feria de América como se le denominó a la San Sebastián, en donde hasta las líneas aéreas nacionales, Avensa y Aeropostal, se disputaban el título de ser las que transportaban a los visitantes a este magno festejo.
No hay que olvidar por cierto a Mario Díaz, el creador de la Bandera Oficial del Estado Táchira, y promotor de la Noche de Pasodobles que se lleva a cabo en el frontispicio de la iglesia de la Unidad Vecinal, que debería llevar su nombre en justicia a sus desvelos.
A Hugo Domingo Molina, cuyo nombre ostenta en la actualidad la Plaza Monumental de Pueblo Nuevo, se sumaron el abogado Pío Gil Moreno, el juez Víctor Hugo Mora, y sobre todo, ese roble del trabajo permanente en su organización como lo fue el coronel Teófilo Velazco como secretario ejecutivo, que le diera brillo y esplendor en los años dorados feriales tan dignos de recordar.
Todos ellos ya no están físicamente entre nosotros, pero es justo no olvidarlos, porque tanto a sus esfuerzos como de muchos se debe el entusiasmo y éxito de la gran Feria Internacional de San Sebastián.
Una galería del recuerdo digna de sus funciones
Honor a quien honor merece, y honrar honra, rezan los adagios para reconocer a quienes han hecho un aporte invalorable para el progreso de su región, trabajando infatigablemente sin esperar nada a cambio sino la satisfacción del deber cumplido.
Ese es el caso de un considerable número de personalidades, unas escogidas y otras voluntarias, que sin fatiga sino con el simple hecho del deber cumplido, se abocaron a apoyar las actividades de una fiesta que lleva ya seis décadas, es verdad con sus altibajos, pero que ha quedado como un sello de nuestro gentilicio y un pendón que se enarbola cada año para el disfrute de propios y extraños.
Ante esto, hay quienes señalan que debería permanecer en la memoria colectiva el ejemplo ofrecido por los seres de uno y otro sexo que trabajaron incansablemente para el éxito de la fiesta, y que se fueron al universo sideral pero que sería justo mantener en la memoria histórica de nuestra Feria Internacional de San Sebastián, inmortalizándolos con una Galería Iconográfica de los más destacados que sirvan de camino a las nuevas generaciones que deberían transitar por estos ejemplos incomparables que dieron todo de sí sin pensar en sí, y que debería de formar parte de nuestro itinerario festivo que seguiremos aplaudiendo por todos los beneficios que nos ha traído a través del tiempo experimentado.
Víctor Matos