El Centro de San Cristóbal luce limpio en las primeras horas de la mañana, incluso en algunas partes se ven algunas aceras y brocales barridos, los montones de desechos en puntos álgidos desaparecen, no obstante, esta alegría dura poca, pues caída la tarde el rostro de la ciudad vuelve a cambiar y exhibe basura por todos lados, hecho que algunos no perciben por que se cubren del manto de la indiferencia, en cambio, otros se preocupan de ver como poco a poco el ambiente de la ciudad de la cordialidad se deteriore.
El ambiente de limpieza, muestra una ciudad menos congestionada y más aseada, dijo un comerciante, ubicado en la Quinta Avenida, pero es muy difícil mantenerla porque a la gente no le duele la ciudad. “Pasan y no les importa botar lo que sea, y luego siguen como si nada” y eso de que cada quien limpie su frente, casi nadie lo hace.
El alcalde, se ve que quiere trabajar y le ha dedicado a tiempo a recoger la basura pero los habitantes no lo quieren ayudar, dijo otra persona que pasaba por el Centro Cívico. “Dígame esa avenida Carabobo es un desastre. Todos los días sacan la basura y mire como están las islas, el camión pasa y recoge pero en cuestión de minutos vuelven y colocan los desperdicios fuera de sus casas o negocios, deberían pensarlo bien y colocarles un horario de sacar la basura y si no lo cumplen multarlos”.
La culpa es de la gente, dijo una médico que llegaba a las instalaciones de la Corporación de Salud, “cuando llegamos a trabajar en la mañana, todo el centro está limpio, yo creo que esta tarea la cumplen los trabajadores de aseo urbano, ellos comienzan a recoger los desechos como a las cinco de la mañana para que la gente que llega al Centro lo consiga limpio, pero poco a poco vuelve a ensuciarse, nadie tiene cuidado, no se preocupan por la ciudad” si todos ponemos un granito de arena, San Cristóbal puede desenvolverse en un ambiente de salubridad como corresponde.
A partir de las ocho de la mañana si se hacer un recorrido por la Quinta Avenida, desde la plaza Los Ancestros, inicio de la avenida Carabobo, hasta el viaducto viejo, la capital se ve limpia, se percibe que pasaron lo encargados de recoger desechos, apenas si se observa un pequeño montón en la esquina de la Wolsvaguen, donde normalmente el cúmulo de basura es importante y algunos desperdicios regados frente a un establecimiento que estaba cerrado.
Igual está la Séptima Avenida, hay pocos desperdicios de norte a sur, donde por cierto, llama la atención, que se observan algunos negocios cerrados y el resto de la carrera estaba limpia hasta la biblioteca pública.
Sin embargo, el cambio de la ciudad empieza desde las primeras horas de la tarde, cuando la basura comienza a ser el elemento ambiental que sobresale y la cual acompaña a la gran cantidad de personas concentradas en las diferentes paradas, luego de las tres de la tarde, las cuales ruegan por un mínimo de espacio en una unidad de transporte público que lo lleve a su hogar.