Freddy Omar Durán
Fotos/Gustavo Delgado
A cuatro años de la emergencia provocada por la quebrada La Zorquera, un nuevo desbordamiento, ocurrido la noche de este jueves, trajo malos recuerdos y encendió las alarmas, en tanto la temporada invernal 2024 está en fase crítica.
Lo más afectado es la vialidad, especialmente entre Zorca San Isidro, Zorca San Joaquín y zonas aledañas. Igualmente las aguas cargadas de barro anegaron algunas viviendas, propiciando momentos de angustia, al retrotraerse a los malos recuerdos del 2020, sin llegar la emergencia a la gravedad de entonces hasta los momentos.
Especialmente comprometido está el paso hacia Zorca Pie de Cuesta desde Zorca San Isidro. Hace cuatro años, allí hubo un derrumbe considerable, que apenas si se palió con un relleno que escasamente en estos años permitía el tránsito vehicular. Con esta, es la tercera vez del colapso de la vía, no dejando ni chance de cruzar ni a los peatones, quienes se arriesgan al tomar una minúscula senda en la que apenas si caben las pisadas, con un barranco por el que se puede ir abajo quien haga un mal movimiento.
Cuentan los vecinos de Zorca Puente Azul que alrededor de las siete de la noche escucharon el estruendo del colapso del tramo. De inmediato salieron a prevenir que cualquier vehículo de manera inadvertida saltara por el precipicio.
—Comenzó a llover a las seis de la tarde. Cayeron tremendas gototas. Cuando escuchamos el ruido del derrumbe tuvimos que salir porque los carros que venían no se habían percatado que la carretera había caído, pues todo estaba muy oscuro— comentó la señora Mónica Montilla.
Vuelven a reiterar a los organismos competentes que se aboquen a la construcción de un puente que resista la vecindad con la quebrada y no un relleno que tarde o temprano volverá a colapsar.
Los pobladores de las comunidades vecinas, en cumplimiento de sus labores cotidianas solo pudieron movilizarse a pie con riesgo sobre un camino enlodazado, que manchó sus vestidos. Las actividades académicas de liceos y escuelas de la zona quedaron suspendidas.
Charcos y escombros por doquier dan cuenta del grado de desbordamiento de la quebrada atizada por las intensas lluvias del jueves al atardecer.
En Zorca San Isidro algunos pobladores se entregaron espontáneamente de inmediato a las labores de limpieza de la vía y de sus propias casas.
Según testimonio de vecinos, nuevamente la falta de drenado de la quebrada ha jugado en contra de ellos, facilitando la acumulación de tierra y basuras la elevación del nivel y subsecuente desbordamiento del caudal.
Por supuesto, el transporte público ha recortado su ruta hasta zonas más seguras, hasta las cuales deben dirigirse los usuarios, muchos viviendo en bastante lejanía de allí.
Lo que más preocupa es que las lluvias no dan signos de detenerse y eso provoca el temor de que la racha destructiva de La Zorquera continúe.