La marcha que realizaron los rubienses en respuesta a la convocatoria de la oposición hizo un alto en su recorrido para detenerse frente a la alcaldía del municipio Junín y hacer entrega de un pliego de peticiones.

Allí se reunieron cientos de personas que esperaban ser atendidas, mientras algunos ánimos se caldeaban por la supuesta presencia de infiltrados entre los asistentes y hubo algunos intentos de pelea.

La llegada de la Guardia Nacional no impidió que los manifestantes continuaran al frente del edificio, y solo se alejaron cuando un funcionario de esta fuerza recibió el documento, donde de acuerdo a los presentes se solicitaba la optimización de los servicios públicos, ya que la población sufre la carencia de energía eléctrica, agua, gas y transporte, entre otros aspectos considerados en el texto.

Cumplido su cometido, los marchantes, que iniciaron su caminata desde el estadio “Leonardo Alarcón”, continuaron su andar por las principales calles de la ciudad, mientras que a su paso se sumaban más participantes; otros, desde puertas, ventanas y balcones, los animaban ondeando banderas y pancartas.

Al llamado se unieron docentes, estudiantes, representantes de los diferentes gremios, así como miembros de la sociedad civil, familias enteras que decidieron participar.

Un colorido paso adornado con el tricolor, presente en gorras, franelas y pañuelos, y representado en una gigantesca bandera que acompañó la caminata, que se desplazó de manera pacífica hasta el final que tradicionalmente marca su ruta: La Gran Vía, espacio donde concluyó cerca de la una de la tarde.

Muchas personas llevaban pancartas, banderas y hasta usaron su vestimenta para hacer sus peticiones por Venezuela.

Pasado el mediodía, la marcha finalizó en La Gran Vía, a la entrada de Rubio, donde los cientos de manifestantes se dispersaron hasta sus respectivos hogares.