Esta semana se está celebrando el Día Mundial de la Audición, cuyo propósito es llamar a la conciencia de las medidas de sensibilización, prevención de las enfermedades, cuidados y preservación del oído, entendiendo que en el mundo hay más de 30 millones de niños que sufren de pérdida auditiva.
Existen estudios que demuestran respuestas ante su estimulación, al igual que la comprobación de agentes que alteran su desarrollo y evolución, explicó la doctora Mary Porras, otorrinolaringólogo infantil, no obstante 60 % de los casos de pérdida auditiva son prevenibles.
— En la infancia, los factores de riesgo son: prematuridad, asfixia perinatal, bajo peso, infecciones, bilirrubina elevada, malformaciones, infecciones crónicas de oído, exposición al ruido, traumatismos—explicó la doctora Mary Porras, otorrinolaringólo infantil.
En cuanto a las estadísticas de los factores de riesgo, estimó, que 40 % son factores genéticos, 31% procesos infecciosos, 17 % prematuro y 4 % ototóxicos.
— Los síntomas de alteración auditiva observados son: no reaccionar ante sonidos, no los percibe, no los busca, deja de balbucear y de experimentar con los sonidos, tampoco reconoce la voz familiar, no habla claro, no sigue instrucciones, ni adquiere lenguaje, utiliza señas en su entorno.
Si los niños reciben la atención precoz adecuada- resaltó- se puede asegurar el logro pleno de sus potencialidades, puesto que puede aplicarse la intervención temprana (audífonos, terapia) que mejore la actitud y la conducta comunicativa.
Cuando un niño tiene dificultad para oír puede tener también la dificultad para hablar-advirtió- su rendimiento escolar se verá afectado y esto supone, obstáculos para su integración social.
La doctora Evis Guerrero, otorrinolaringólogo de adultos, resaltó que el oído es un órgano vital para el ser humano, junto con la visión y cerebelo, ya que éstos ubican al individuo en tiempo y espacio.
“Nos mantienen en contacto con el entorno, lo que permite actuar como un ente socialmente activo” consideró.
Nancy Porras