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“Matar las culebras no es la opción para prevenir accidentes ofídicos”

14 de junio de 2023

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De nuestro conocimiento de las serpientes depende la prevención de muchos accidentes en los que este espécimen está involucrado.

Toparse con una culebra es para la gran mayoría de personas una de las experiencias más aterradoras de la vida, y casi siempre nos dejamos llevar por reacciones instintivas, que pueden llevar a un innecesario sacrificio del animal, o a correr riesgos –de haberlos- prevenibles.

Freddy Omar Durán

Difundir una cultura ofídica para el Táchira es uno de los objetivos de la Fundación Equilibrium Táchira, bajo la coordinación de Leandro Pirela, responsable del taller que este primero de julio, desde horas de la mañana, se impartirá en la sede de la Cinemateca Nacional en San Cristóbal. Esa cultura se basa ante todo en que la serpiente no es criatura que deba ser exterminada a toda costa, como si ella fuera solo fuente de males, cuando representa un sostén fundamental de la cadena alimentaria.

“La gente piensa que matando culebras es la manera en que se evitan los accidentes ofídicos y es un error, porque matan ejemplares que no significan un peligro para el humano si pueden ejercer un control biológico sobre otros especímenes que sí son peligrosos. En Venezuela alrededor del 80 por ciento de las especies que conseguimos, entre 220 especies, no constituyen ningún peligro para el ser humano. Si de ese universo de serpientes yo mato a todas, voy a afectar a la red trófica o cadena alimentaria. Por ejemplo, la cazadora rabonegra se puede comer en un mes tres ejemplares de cascabel adulta, o hasta 10”.

Como nos comentó Pirela, lo primero para tomar en cuenta desde el primer momento del encuentro con el espécimen ofídico es reconocer si puede atacar e inocular veneno y en qué cantidad.

Para el Táchira, este tipo de conocimiento conlleva una enorme importancia, siendo nuestro el estado el tercero en incidencia de accidentes ofídicos, superado solo por Lara, Carabobo y Trujillo, a la cabeza. Aunque admite que no hay unos números exactos, para 2022 pudieron haberse presentado un total de 12 mil accidentes ofídicos.

El participante dispondrá a través de esta actividad formativa, de herramientas básicas para prevenir accidentes ofídicos, especialmente delicados cuando no hay mucha disposición de los tratamientos médicos ajustados al caso.

“En Venezuela hay dos laboratorios que fabrican suero antiofídico. Uno de ellos, Biotecfar de la UCV, utiliza el veneno de la serpiente venenosa, por eso se necesita viva, y se le inocula al caballo, que genera anticuerpos y de él se extrae el suero antiofídico. En la Universidad Francisco Miranda del estado Falcón, en la que se genera el factor inmunitario a partir de huevos de gallina. Esta última sería una gran opción; pero no cuenta con la permisología necesaria. Nosotros en el Táchira, tenemos la posibilidad de importarlo de Colombia, a menor precio, y con una calidad un poco inferior al del laboratorio Biotecfar”.

Recordemos que habitar en el trópico, nos expone a múltiples especímenes capaces de atacarnos con veneno, y en ese grupo se incluyen todo tipo de insectos y artrópodos.

Calma y reconocimiento

— ¿Qué es lo primero que tenemos que tomar en cuenta al toparnos con una serpiente?

— A una distancia de dos metros se puede definir si el ejemplar es venenoso o no es venenoso. Hay características sencillas sin necesidad de acercarse. Con esto aclarado, defines tu plan de acción. Muchos accidentes ofídicos ocurren cuando intentas matarlas, porque la serpiente queda muy cerca de la mano y ataca. Una escoba o un haragán pueden ser un elemento seguro para mantener la distancia entre tu persona y la serpiente y poder empujarla fuera de la casa. Pero primero hay que reconocerla: si no es venenosa, ¡ah, bueno! la puedo liberar mejor, sacándola de la vivienda; y si es venenosa, necesito resguardarla.

— Cuando una persona es mordida, por lo general entra en pánico ¿Es inminente las complicaciones al recibir el veneno?

—El accidente ofídico es muy variable porque depende de la cantidad de veneno que inyecte la serpiente, del lugar dónde sea la mordida: no es lo mismo una mordida cercana al corazón, a una en una extremidad inferior, a menos que sea una arteria. Lo importante en principio es no entrar en pánico. Ese veneno tiene cierto efecto en el organismo haciendo el daño que hace, pero una persona puede disponer de 3 a 4 horas antes de llegar al centro asistencial. No obstante, muchas personas optan por acudir a un curandero, y eso sí es negativo. Yo conozco el caso de una persona que duró 48 horas sin recibir suero antiofídico, por supuesto, se trató de una mordida leve, pero también hay casos de envenenamientos graves, mortales, en menos de dos horas. Ocurre también que una persona haya sido mordida por una serpiente; pero sin inyectar veneno porque fue un ataque de advertencia, pues las serpientes están en capacidad de decidir si inyectan o no veneno, y dosifican la cantidad, pues la necesitan para cazar. Ahora, si una persona molesta mucho a un espécimen, este se carga de veneno, y puede ser peor el ataque.

— En el Táchira, ¿cuáles son las especies más peligrosas?

— La diversidad del Táchira es maravillosamente amplia. De las especies que son potencialmente peligrosas al ser humano o de importancia médica son tres: la primera de cuidado por su actitud bastante agresiva o nerviosa, es la mapanare, y hay cuatro tipos en el estado. En segundo lugar, tenemos la cascabel, que ocupa zonas menos pobladas, hacia el piedemonte, Lobatera y vía hacia Mérida; y en grado casi imperceptible están las corales, pero son poco agresivas, más tranquilas y dóciles, y casi siempre los problemas con ellas ocurren por una manipulación incorrecta. Una mapanare puede tomar por sorpresa a un campesino que esté echando escardilla o limpiando un potrero, con un gran alcance pues no solo miden hasta dos metros de largo, sino que tiene un alcance de ataque de unos 60 centímetros; una coral apenas se extiende dos tercios de su cuerpo.

— ¿Qué cuidados se deben tener en sitios deshabitados?

— En principio, usar un calzado adecuado. Hay una moda de subir montaña y hacer runner pero lo hacen con calzado bajo; lo ideal es calzado bota alta que llegue a la rodilla. Evitar hacer caminatas nocturnas, que es cuando las serpientes están activas y evitar sentarse en lugares sin revisar, o ponerse a revisar huecos. Recordemos que al estar en su medio se puede camuflar y es capaz de esconderse. Hay un señor que fue herido en el hombro porque se puso a hacer un colchón de hojas secas para estar más cómodo y en ella estaba una cría de mapanare, las cuales desde que nacen ya tienen la capacidad de inyectar veneno. Claro, estas son situaciones superatípicas.

Mantener buena higiene en las casas…

— Las serpientes siempre van a guardar donde se sientan protegidas de otros depredadores, además todo lo que sea acumulación de basura atrae ratas o los pájaros que se acercan por unos mosquitos. La basura atrae a los animales que hacen parte de la dieta de la serpiente, pero además si tengo escombros, techos de zinc, cajas de cerveza y bloques, harán allí su nido. Ocurre con esas neveras que botamos afuera del hogar.

Para los que deseen participar del taller, están a disposición los números telefónicos 0416-6764216 y 0412-1492020, así como las redes sociales @equilibriumterra y @leandropirela.