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«Me daba un inmenso temor salir de la casa y no volver, por mi hija»

15 de enero de 2021

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Su pequeña hija fue la que presentó síntomas en primera instancia, precisamente el 26 de septiembre, una fiebre superior a los 40 grados y que no le bajaba

Favio Hernández

Cargada de sentimiento y sinceridad, la gobernadora del estado, Laidy Gómez, dio a conocer su amarga experiencia al resultar infectada por covid-19, destacando el temor que tuvo por ser recluida en un centro asistencial y no salir de él.

«Me daba un inmenso temor salir de la casa y no volver, por mi hija. Para mí, en ese momento, era el sufrimiento de pensar en ir a un centro médico y no regresar… eso me descompensó muchísimo, tenía mucha dificultad emocional», comentó lo que pasó por su cabeza en el momento más crítico de su enfermedad.

Igualmente, indicó que a casi tres meses de haber superado el coronavirus, aún padece las consecuencias de la infección.

Contagiadas madre e hija

La gobernadora relató que su hija fue quien presentó síntomas en primera instancia, precisamente el 26 de septiembre, una fiebre superior a los 40 grados y que no le bajaba, a pesar de los medicamentos y las instrucciones médicas.

Al otro día, cuando se encontraba colocándole paños de agua fría a la niña para bajarle la temperatura, sintió dolores en las articulaciones, pero pensó que se trataba de dengue.

Posteriormente enfrentó una fiebre alta, lo que le llevó a comunicárselo al personal médico, y este, por vía telefónica, le diagnosticó covid.

A pesar de que las pruebas rápidas salieron negativas, para ambas, los exámenes de sangre y el isopado confirmaron la infección.

Afortunadamente, su hija a los tres días ya «estaba bien»; sin embargo, la mandataria no corrió con la misma suerte y, sumado a su pericarditis, se convirtió en un paciente de alto riesgo.

Descompensaciones y consecuencias

Los retrovirales le produjeron una descompensación hepática, la cual aún padece, en menor proporción; todo esto también le influyó emocionalmente, más cuando, según la cronología de la enfermedad, se indicaba que ya no debería estar infectada; sin embargo, aún mantenía activo el covid.

«Tuve unas tensiones muy precipitadas, mis niveles se fueron al piso y las transaminasas se fueron al cielo».

Tras 21 días aislada en su hogar, Gómez aún no podía incorporarse a sus labores como mandataria regional, debido a la debilidad y dolores en las articulaciones.

Incluso, alega que a casi tres meses de haber superado el coronavirus todavía padece deficiencias gastrointestinales, hepáticas y en las articulaciones.

Nostálgica, contó un fuerte episodio que vivió y que la llevó a reflexionar sobre su actividad en la política.

«Debo reconocer que finalizada la cuarentena de 21 días me descompensé; vomitaba en el baño de mi habitación y veía a mi pequeña hija de 2 años llorar porque yo estaba en esas condiciones. En ese momento reflexioné y me dije, debo tomar un receso porque mi hija no va a perder a su madre», insistió.

Momento político

Reconoció la militante de Acción Democrática que al momento de su infección estaba comenzando un momento político especial en el país, se avecinaba la campaña electoral, aunque destacó que participó en la elaboración de las maquetas, pero no en la dirección de la misma, debido a que no se respetaron sus propuestas en donde incluía a líderes de la sociedad civil.

No obstante, la gobernadora admitió que recibió muestras de apoyo y solidaridad de compañeros de la misma oposición, amigos e incluso adversarios políticos, lo que le reconfortaba en medio de su penuria.

Reveló que duró 10 días sin poder utilizar su teléfono celular porque las noticias de fallecidos por covid le perjudicaban emocionalmente.

Nuevo cauce

Si algo le enseñó esta vivencia fue que la política debe humanizarse, según Gómez, y que es valioso contar con salud, pues ha visto a personas de 60 años salvarse de esta enfermedad y a otras de 30 caer.

Admitió que ha modificado su estilo de vida: trata de comer en las horas indicadas, hace lo posible por realizar trabajo físico, sale de su casa ya desayunada, y ya no trabaja hasta horas de la madrugada, «sino hasta las 7 u 8 de la noche».

Asimismo, asumió una dieta sana y baja en grasas, al igual que la vitamina C, «cuando me acuerdo», y reconoció que todavía siente mucha debilidad y que en un reciente examen de anticuerpos no salió muy bien.

Gómez recordó que la pasión por ayudar al pueblo es la que la mantiene aún dentro del ámbito político y que así continuará.

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