Juan José Contreras
Trabajadores del sector salud suspendidos a 30 metros de altura, en un cañón con dos paredes estrechas de piedra, de lado y lado, y al fondo un río. Esta fue la imagen de la actividad que realizó parte del personal de Recursos Humanos y pasantes de la medicatura del casco urbano del municipio Lobatera, instruidos por el personal de Protección Civil de la entidad.
Como parte de un intercambio, en agradecimiento por el apoyo que los trabajadores de la salud de Lobatera han desarrollado mancomunadamente junto a Protección Civil, los rescatistas desarrollaron un taller para instruir sobre salvamento en cuerdas.
En primera instancia, en las instalaciones de la medicatura de Lobatera, el director de Protección Civil, Robert Sánchez, junto al brigadista Wuilfredo Porras, llevó a cabo la clase de preparación.
Posterior al taller, el lugar seleccionado para la práctica fue el puente del sector El Hato, en la aldea Machado del municipio Michelena. “Se tiene que caminar, aproximadamente, una hora por un sendero; hay que conocer muy bien la ruta para no desviarse”, explicó el rescatista Porras.
Wuilfredo Porras es el coordinador de talleres y capacitación por parte de Protección Civil en el municipio Lobatera. Cuenta con años de experiencia y cursos de rescate en altura, con cuerdas, uso y manejo de equipos de salvamento, técnico operador de rescate internacional, patrón de búsqueda a ciegas en alturas, descenso en caída libre o con apoyo, y actividades de rapel y escalada, entre otros.
“Aparte del aprendizaje de rescate con cuerdas, esta actividad es algo que permite desestresarnos, porque también tiene que ver con actividades de deportes extremos”, explicó Porras y acotó que todo se llevó a cabo bajo las normas de prevención por el covid-19, en cuanto a cuidado y desinfección.
El experto detalló que es vital realizar un buen sistema de anclaje del equipo para garantizar una seguridad óptima para las personas que vayan a realizar ese tipo de incursiones, “en este caso, nos encontrábamos en medio de las paredes de un cañón, donde al fondo está la quebrada de El Hato; por eso hay que saber ejecutar bien el sistema, para evitar lesiones o que los participantes se golpeen con alguna de las rocas, pues la profundidad es de 30 metros”, explicó el rescatista.
Wuilfredo Porras hizo una advertencia a la ciudadanía para que no realice este tipo de actividades de manera aficionada, ya que hay que tener los equipos adecuados y contar con la orientación de profesionales que sepan cómo se emplea la incursión. “Hay que tener las cuerdas adecuadas, los equipos idóneos, además de saber montarlos, porque puede darse un saldo fatal”.
En el municipio Lobatera se ha buscado, a la par de la enseñanza de principios básicos de rescate, en este caso con cuerdas, la promoción del ecoturismo y del turismo de aventura, donde los deportes extremos han jugado un papel importante.
Sobre las actividades de turismo de este tipo, Wuilfredo Porras desde hace más de ocho años ha tenido varios abordajes en la entidad municipal, así como en otros municipios del Táchira e incluso en el estado Mérida. Complementariamente, en Lobatera se cuenta con el apoyo del Grupo de Apoyo y Rescate, la agrupación Red de Emergencia 15-13, y la iniciativa Escápate Adventure.