Patricia Correa es profesional de la salud y se recupera actualmente de la covid-19. Es oriunda de El Piñal y venía trabajando en la primera línea de batalla en el CDI de esa población, cuando sintió los primeros síntomas. Se siente mejor y espera salir pronto, para volver a su vida normal. Exhorta a la colectividad a seguir las medidas de bioseguridad frente a este terrible mal
La incertidumbre invadió a la doctora Patricia Correa cuando le confirmaron que había resultado positiva para covid-19. Fue un fuerte golpe para la profesional de la salud, nacida en San Rafael de El Piñal, Fernández Feo, hace 27 años. Lloró mucho, pensó en sus hijos y le pidió al cielo fuerzas para afrontar y salir avante de esta dura prueba. Dos semanas después, comenta que el tratamiento ha surtido el efecto esperado; sus súplicas y las oraciones de sus familiares y amigos, reavivan su esperanza.
—La COVID-19 es una realidad, y se nos salió de las manos. Hoy me siento victoriosa y agradecida con Dios, porque mi fe no se perdió y gané la batalla. Fueron 15 días, sintomáticos, muy duros, muy fuertes de vivir; que me dieron tiempo de reflexionar para valorar más mi vida. Me descompensé por tener antecedentes de asma bronquial, y los síntomas fueron tan agobiantes que llegué a la inapetencia, con pérdida del olfato y del gusto—relata vía WhatsApp la joven médica, quien labora en el CDI de El Piñal y es representante de Farma0800salud en la alcaldía de Fernández Feo.
Comenta, además, que junto con el tratamiento se presentan otros síntomas que hacen más dura la batalla, como diarrea, náuseas, vómitos, insomnio; en tal sentido, hace un llamado a los vecinos del sur del Táchira para que extremen las medidas de bioseguridad frente a la pandemia.
— Quiero alertar a mi pueblo de El Piñal y de Venezuela que sepan que hay miles de personas positivas, asintomáticas, en las calles y que son altamente contagiosas. En muchos casos, son dichosos por no padecer los síntomas, pero hay que pensar en las personas que tienen antecedentes patológicos, y cuidarlas también, como una familia que somos— asevera con énfasis.
«Es como un renacer»
Durante esos días fuertes, en los que las horas parecían ralentizarse y la imagen de sus hijos brotaba como faros en medio de su malestar, apunta que el apoyo de sus compañeros de trabajo y su familia fue vital. Aunque aún permanecerá unos días más cumpliendo con los protocolos de rigor, siente que la peor parte de la enfermedad ha pasado.
Cabe destacar que, junto a la doctora, se encuentran el alcalde de Fernández Feo, Haylly Chacón; la primera dama de la jurisdicción, Blanca Sánchez; el hermano del alcalde Carlos Chacón, quien es el director general, y el síndico municipal, Lendris Colmenares. “Ellos fueron mis compañeros positivos con quienes cumplí mi aislamiento y tratamiento, y también se encuentran en buenas condiciones. Todos en franca recuperación”, puntualizó.
—Sigo adelante con el tratamiento médico profiláctico, el cual es el que se viene aplicando en el país, y espero recuperarme pronto del todo. En tal sentido, doy gracias a Dios porque sin su poder y bendición para conmigo, yo no hubiera salido victoriosa de esta batalla tan fuerte. Agradezco también el apoyo incondicional de mi madre, mi mayor motivación; e hijos, Keyler y Dilan. Asimismo, agradezco a mis amistades que estuvieron pendientes de mí, a mis colegas y compañeros; a aquellas personas que me enviaban los tés calientes, frutas. Tanta gente que me llenó de amor, los valoro en grande—recalca.
Por último, se refiere a sus amigos que se encuentran en otros países y quienes a través de mensajes de WhatsApp estaban pendientes de su evolución clínica. «En momentos difíciles es donde nos damos cuenta del gran valor que tienen la vida y las personas», subraya Patricia Correa.
Raúl Márquez