De manera sorpresiva, las estaciones de servicio que abrieron operaciones este martes amanecieron custodiadas por efectivos militares, en algunas de la Guardia Nacional Bolivariana y en otras por integrantes del Ejército, medida que al parecer fue autorizada para ordenar la venta y distribución del combustible, en buena medida por los desórdenes que vienen ocurriendo en la mayoría de estos recintos.
Muchas gasolineras no abrieron, porque se conoció que no poseían inventario de combustibles. Los uniformados de la Fuerza Armada Nacional organizaron las interminables colas de vehículos, muchas de estas de varias cuadras de extensión.
Como se ha hecho costumbre, los conductores debieron esperar entre tres y hasta cuatro horas para lograr llenar los tanques de sus vehículos, lo que causó malestar entre ellos, pues tras unos pocos días en los que se normalizó la venta de combustible y descendieran las colas, nuevamente estas retornaron.
Muchos de ellos califican la situación de “más crítica”, ya que muchas bombas no operan desde el fin de semana, incluso las denominadas ESA, a las que han emigrado muchos dueños de carros para lograr conseguir unos pocos litros de gasolina.
En recorrido realizado por la ciudad de San Cristóbal, al menos una docena de bombas de la capital tachirense permanecieron cerradas, según testimonio de algunos empleados de las estaciones por el retraso en la llegada de gandolas desde la planta de llenado de El Vigía, que no surte desde el viernes pasado los centros de distribución en la ciudad.
La compra de combustible no es solo dispendiosa para los dueños de vehículos particulares, ya que conductores y propietarios de unidades de transporte público que son impulsadas a gasoil igualmente tienen que soportar largas colas para llenar los tanques, situación que ha causado que muchos autobuses y colectivos no presten el servicio y por ende, sea deficiente el cubrimiento de rutas urbanas y hacia otros municipios del estado.
Juan Pablo Sánchez, quien esperaba su turno en una gasolinera de La Concordia, declaró que el caos para el abastecimiento de gasolina en la capital tachirense ya cumple al menos unos seis meses, situación que no ha sido aclarada por voceros autorizados de la región que no han precisado las causas de la falta de inventarios y cubrir la demanda local.
Pablo Eduardo Rodríguez