Regional
Musgo y suciedad dañan obras artísticas en Táriba
miércoles 24 septiembre, 2025
Franklin Contreras, pintor y restaurador, advirtió sobre el estado de deterioro avanzado de ambos murales
El día de la canonización del doctor José Gregorio Hernández se acerca, y el mural con su imagen, en uno de los muros de la salida de Táriba, municipio Cárdenas, hacia San Cristóbal, se desvanece ante el sol y la lluvia. A su lado, la obra en alto relieve del artista Uribe Quiroga corre con la misma suerte. Ambas ameritan ser reparadas.
La obra de Joel Prieto, pintada directamente sobre la pared, retrata las figuras del doctor José Gregorio Hernández, la Virgen de la Consolación y el Santo Cristo de La Grita. Las tres imágenes religiosas son apenas perceptibles, la pintura se cuarteó debido al sol, la lluvia y el esmog de los carros.
Del doctor José Gregorio solo se distingue su traje y corbata, las imágenes de la Virgen de la Consolación y el Santo Cristo se ven completamente ensombrecidas. El mural amerita una restauración completa.
En el mismo muro, justo al lado de la pintura símbolo de fe, se encuentra: Táriba, la Primogénita del Táchira, del artista plástico Uribe Quiroga. “El estado actual de la obra del maestro Quiroga es de deterioro bastante avanzado”, manifestó Franklin Contreras, pintor y restaurador.
“Táriba, la Primogénita del Táchira” es una obra tridimensional en cemento. El artista plástico esculpió, directo sobre la pared, la escena histórica que representa la defensa de los indígenas ante la colonización y el inicio de la fe en la región.
Ubicado en la ladera, al costado del camino pavimentado, escenifica la expedición de Pérez de Tolosa y su encuentro con los indígenas en las riberas del Torbes. La escultura en cemento del colonizador a caballo levanta una espada, al frente un indígena lo observa con arco y flecha entre sus manos. Ambas esculturas presentan una pintura desgastada y opaca, llena de suciedad, la maleza ha crecido a su alrededor.
Las otras imágenes esculpidas de indígenas, caballos, colonizadores y la Virgen de La Consolación, están cubiertas de musgo, producto del impacto de la humedad producida por las lluvias. Aunque sobresalen del muro, no llegan a distinguirse por el deterioro. El sol también causó estragos en la obra: la pintura se agrietó en varias zonas.
Durante el año 2016, el pintor y restaurador Franklin Contreras llevó a cabo la restauración del mural “Táriba, la Primogénita del Táchira”, bajo la gestión del exalcalde Ricardo Hernández.
“El trabajo consistió en limpiar la superficie para remover toda la capa del smog de los vehículos, seleccionar los colores acordes a los tonos originales, arreglar todas las partes dañadas y aplicar una capa de base antialcalina para evitar los hongos”, explicó.
Nueve años después, la obra que representa un testimonio de los orígenes de la localidad, vuelve a presentar signos de desgaste significativo. “Se debe seguir el mismo procedimiento, además se necesita adaptarle un techo para evitar que el agua le impacte directamente”, enfatizó Franklin Contreras.
La maleza ha crecido a lo largo de la base de la pared donde se encuentran ambos murales. Las ilustraciones y algunas de las esculturas tridimensionales son apenas visibles.
La restauración de ambas obras asegura la memoria colectiva de sus orígenes y la fe de sus pobladores. Más ahora, a días de la canonización del doctor José Gregorio Hernández, restaurar el mural sería una buena forma de celebrar la devoción del pueblo taribense. (Mariangel Suárez/Pasante UBA)