Para adquirir las frutas indispensables para tener una alimentación sana y balanceada, el consumidor tiene que tener en sus bolsillos una importante cantidad de dinero, en bolívares o en su defecto pesos, moneda extranjera con la que el ciudadano de a pie hace las mil y una para poder adquirirlas.
Nancy Porras
Una de las frutas que han aumentado más de precio es la lechosa, necesaria sobre todo para las personas de la tercera edad, entendiendo que es muy sana y contribuye de manera importante al proceso de digestión y desintoxicación.
Los vendedores ambulantes que retornaron a las avenidas ofrecen una bolsa, contentiva de unas cuatro lechosas pequeñas, en 80 mil bolívares o 4 mil pesos; y el cambur en 2 mil pesos, es decir, 40 mil bolívares.
La mandarina, en algunos puntos en Barrio Obrero, está en 6 mil pesos o 60 mil bolívares; la lechosa en 30 mil bolívares el kilo, y la naranja en 40 mil bolívares.
“Mi esposo preguntó por el kilo de limón y le pidieron 120 mil bolívares; está muy caro, no lo pudo comprar; a mí me gusta tenerlo en la casa porque sirve para hacer el fresco del almuerzo o de la cena y también sirve de remedio, pero en esta oportunidad no se pudo comprar, e igual pasa con otras frutas, como por ejemplo el cambur y la naranja, que están muy caros y es mejor no llevarlos”, dijo una señora que buscaba precios más baratos en una venta ambulante en Barrio Obrero.
“Ya las manzanas, desde hace mucho tiempo, se convirtieron en un alimento de lujo. Esta semana pregunté por el precio de una pequeña y me pidieron 75 mil bolívares, por punto. Eso es mucho dinero. Es mejor buscar otra cosa. Me dicen que en Cúcuta venden seis manzanas por dos mil pesos; entonces es preferible esperar y cuando se tenga la oportunidad de ir a Colombia se compran”, expresó.
No obstante, en algunas ventas de calle, en el centro de San Cristóbal, piden por una manzana pequeña mil pesos, cantidad que para algunos consumidores no es tan alta; sin embargo, en muchas oportunidades prefieren no comprarla.
“Es imposible comprar frutas; en estos momentos están muy caras. Ahí está el caso del cambur, antes la gente hasta lo regalaba y hoy está caro, hecho que hace que muchos no lo compren y entonces en los expendios se ven marchitos”, contó Marcos Moncada, un educador jubilado, en la avenida 19 de Abril.
“Yo espero hasta tarde. No compro en la mañana. A eso de las cuatro de la tarde me voy a cualquiera de las ventas en el Terminal, donde se consiguen muchas frutas entre mil y dos mil pesos. Se puede comprar lechosa o melón hasta a mil pesos, porque los vendedores entienden que en cuestión de horas la fruta se deteriorará por completo y será imposible venderla”, apuntó Jorge Bustamante, quien trabaja en el terminal de pasajeros.