Regional
Notoria escasez de gasoil en la ciudad afecta movilización del transporte
4 de junio de 2018
— Amigo, si quiere llegar a San Cristóbal, agarre lo que primero pase, porque hoy no hay busetas, ni siquiera de las rojas. Todas están en cola porque no hay gasoil.
Eso le dijeron a un trabajador que estaba en cola esperando la buseta en El Palmar. Y asumiendo la información, porque las evidencias de tiempo de espera y soledad en la vía, lo convencieron, decidió montarse en un camioncito, que le cobró 20 mil bolívares, hasta San Cristóbal. Y pudo constatar que las busetas estaban de verdad en cola en las pocas estaciones que surten ese combustible en la ciudad.
Las colas de camiones autobuses y demás unidades de transporte, no solo de pasajeros, sino de carga en general, eran kilométricas. Su desplazamiento hacia la estación de servicio, sumamente lento, aunque sin embargo, avanzaba.
En la ciudad no todas las gasolineras surten gasoil. La estación que está en la avenida Marginal del Torbes, cerca del Mercado del Pescado, supuestamente abastece las unidades de transporte de pasajeros, mientras que otras tres o cuatro, (La Machirí, La Famosa, La Esperanza en La Concordia, entre ellas), atienden el transporte de carga.
José Cárdenas, un transportista haciendo su turno de espera, dice que la crisis del gasoil se desarrolla desde el lunes, cuando inexplicablemente se alargaron las colas, las bombas demoran la apertura para vender el combustible y las angustias de los transportistas saltan entre las agujas de su reloj, midiendo el tiempo de inamovilidad.
No es que no se hacía cola antes, dice Cárdenas, quien no quiso consentir su foto, por aquello de “evitarme problemas”. Es que ahora son más largas y se pierde más tiempo para llenar el tanque.
José Parra, un usuario del transporte público, explicó al periodista su experiencia de este jueves: Se llegó hasta El Sambil para usar el servicio Transtáchira de la ruta Palo Gordo – Cordero. Llegó a la una y diez minutos de la tarde. Dijo que el fiscal de la línea les explicó que las unidades tardaban porque “están en cola para aprovisionarse”.
Sin embargo, la gente se quedó haciendo cola, en la larga espera, que concluyó a las tres de la tarde cuando llegó una unidad. Por supuesto, más de la mitad de la cola se quedó esperando el arribo de una segunda.
Coinciden los transportistas en señalar que esta falla en la distribución del combustible que moviliza en su mayoría las unidades de transporte tanto de pasajeros como de carga, afecta indirectamente todas las actividades en el estado, desde la movilización de pasajeros, hasta el intercambio comercial.
En su mayoría esperan que sea transitoria la situación. Pero muchos no creen. “Porque la situación ha venido empeorando”, dicen. (HC)