Regional
Otra ciudad descubren transeúntes en estos días de cuarentena flexible
3 de junio de 2020
La cantidad de locales abiertos, y el desplazamiento considerable de transeúntes y automóviles, nos habla de una San Cristóbal dispuesta a recuperar el tiempo perdido, pero muchos de los que “regresaron” de un relativo confinamiento sienten que ya no están viviendo en la misma ciudad que habían conocido hace más de dos meses.
Freddy Omar Durán
Es cierto que muchos de los signos de transformación ya se experimentaban en la ciudad desde antes, como una economía de subsistencia, bajo el imperio de divisas como el peso y el dólar; pero ahora otros temores acechan, temores insospechados otrora relacionados con la salud pública, en un estado donde se polemiza sobre los datos oficiales acerca de la incidencia de la Covid-19.
Muchedumbres con tapabocas, en colas que, más que por desabastecimiento, son de cuidado, porque aquello de entrar como “pedro por su casa” ya no aplica, pues ya la amenaza no es un potencial delincuente, sino que cualquier persona inocente se puede constituir en portador de calamidades. Una ciudad que, aunque los horarios se van flexibilizando, ya a la una debe cerrar la santamaría.
Aquello de “quedarse en casa” es cosa de menores y personas de la tercera edad que puedan recibir el apoyo de sus familiares, no solo económico sino logístico. Los “cabezas del hogar” ya han comenzado a salir a dar la lucha en la calle, y muchos a pie, aun contando con vehículo propio, en tanto este siga seco y su dueño no cargue los pesos y dólares suficientes para abastecerlo.
Incertidumbre
“Yo veo la situación bastante difícil – nos dice Gleda Ramírez, quien trabaja en un centro médico- e incluso peligrosa, porque no se está dando el aislamiento como debiera. Mire las busetas, full, anda la gente como animales”.
Luis Guerrero ve que las cosas marchan camino a la reactivación, pero le duele la manera como el Táchira enfrenta esta cuarentena, en comparación con otros estados.
—Se ve –afirmó Guerrero- que hay más gente en la calle y están reactivando la economía, pero el único problema es que a este estado no ha llegado la gasolina, la frontera sigue cerrada, no hay controles suficientes; si no, vea todas esas aglomeraciones. No entiendo qué está pasando. Lo que queda es que se cumpla lo dispuesto por el Gobierno nacional.
Como mecánico de motos estaba trabajando en la ciudad de Cúcuta, pero su cuarentena la está pasando aquí en San Cristóbal, mientras sus herramientas siguen al otro lado de la frontera
—Yo soy mecánico de motos y estaba trabajando en Cúcuta. Tengo toda la herramienta allá y no he podido traerla. Ya estoy gastando lo único que me quedaba. Si voy, tengo que quedarme 14 días en los campamentos, antes de estar de regreso. También existe el riesgo de volver contaminado. Pero he estados pensando en esos riesgos— expresó.