En Boca de Grita hay presencia de efectivos de la Guardia Nacional, Policía Nacional Bolivariana y de la Policía del estado Táchira. Son los responsables de la seguridad en el poblado. El Ejército se ubica en la entrada del pueblo fronterizo, el cual es visitado por muchas personas que, en tránsito, van y vienen de Puerto Santander o Cúcuta.
El dato…
Muchos residentes narran que “todo cambió”, desde el pasado 15 de febrero,cuando efectivos militares venezolanos se enfrentaron con los paramilitares del grupo Los Rastrojos.
Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana continúan desplegados en la comunidad fronteriza de Boca del Grita, en el municipio García de Hevia, comunidad desde donde, al cruzar el puente Unión, se llega a Puerto Santander, territorio colombiano.
Las investigaciones realizadas por entes del Gobierno nacional confirman que, desde hace varios años,esta comunidad ha sido invadida por irregulares colombianos, los llamados paramilitares.
Testimonios de quienes allí viven, y que se desplazan entre ambas comunidades, indican que este grupo de hombres y mujeres intimidaba a todos quienes iban o veníande Colombia.
La crisis económica nacional, en el gobierno de Maduro, obliga a los venezolanos a realizarcompras de medicamentos, medicinas, repuestos o a cualquier diligencia en Colombia.
Las historias revelaron a las autoridades nacionales que estos irregulares se apostaban a escasos metros de los funcionarios de seguridad y que cobraban un porcentaje, en pesos colombianos, por la cantidad de bolsas o mercado que trasladaran desde Puerto Santander a Venezuela, o viceversa.
— Párate ahí, por qué lleva tanto mercado. Pague tanto o eso no pasa por aquí—, era lo que les decían a las personas que, sorprendidas, no entendían lo que pasaba y luego se enteraban que eran los “paracos”—, narró un transeúnte de la zona, actualmente tomada por los militares.
Agrega que estas personas cobraban entre dos mil y cinco mil pesos por cada bolsa normal de comida, “pero si llevabas algo más grande, subía la tarifa. Todo lo que está pasando ahora es culpa del mismo Gobierno nacional,que los dejó avanzar y tener poder”, lamentó el hombre, quien prefiere mantenerse en anonimato.
Muchos testigos
En Boca de Grita hay presencia de efectivos de la Guardia Nacional, Policía Nacional Bolivariana y de la Policía del estado Táchira. Son los responsables de la seguridad en el poblado. El Ejército se ubica en la entrada al poblado, el cual actualmente es visitado por muchas personas que, en tránsito, van y vienen de Puerto Santander o Cúcuta.
Las personas que acudían a Boca de Grita, con la finalidad de cruzar el puente hacia Colombia,fueron testigos de la situación, al observar que justo en la entrada del pueblo se encontraba la alcabala de paramilitares, y que seguía hasta el estacionamiento donde aparcaban los vehículos. Se asegura que en total había que transitar por cinco alcabalas de ellos.
“Se podía observar claramente a las personas que no estaban identificadas con un uniforme, pero por su actitud se sabía que eran los paramilitares,que controlaban el pueblo y se hacían respetar por todos; ellos mandaban allí o mandan, no sé, pero tenían cinco alcabalas en su poder”, informó un obrero de la zona, quien se muestra más tranquilo por la presencia militar.
Los efectivos de la Guardia Nacional son responsables de la seguridad en el puente fronterizo de Boca de Grita. A la entrada al pueblo está una alcabala de la Policía del estado Táchira y también hay presencia de funcionarios dela Policía Nacional Bolivariana.
Cerca de las oficinas del Seniat está el comando de la Guardia Nacional. En las calles del pueblo, cerca del puente, hay locales comerciales, ventas de comida y viviendas.
“Lamentablemente, la gente que va de La Fría, o de cualquier otro municipio o estado del país, a Puerto Santander, sabe que tiene llevar dinero extra para dejarles a los pases o alcabalas. Yo nunca voy por el puerto a hacer compras porque me da rabia tener que pagar, cuando llevo el dinero más que justo”, contó otro hombre de apellido Granados, residenciado en La Fría,
Narró que en una oportunidad fue a Puerto Santander a comprar una bicicleta para el regalo de cumpleaños de su hija: “Cuando pasaba por el puente con la bicicleta, me dijo un hombre‘son cinco mil pesos’. Yo los tuve que pagar y eso fue delante de los del Seniat; luego, cuando fui a montarme en el bus, otro me dijo:‘¿Usted sabe que el paso es solo para comida?, si la va a llevar, deme 8 mil pesos’,pero yo no tenía plata. Me retuvo como 15 minutos, hasta que le dio la ganar de dejarme ir, porque yo le decía: revíseme, no tengo ni un peso más, solo lo del bus”.
Presencia militar
Muchos residentes narran que “todo cambió”, desde el pasado 15 de febrero,cuando efectivos militares venezolanos se enfrentaron con los paramilitares del grupo Los Rastrojos.
El reporte de Freddy Bernal, vocero del Gobierno nacional en el estado Táchira, indica que hubo 20 personas detenidas vinculadas a los irregulares, incautaciones de supuestos depósitos que eran utilizados para el contrabando de gasolina, y vehículos pertenecientes a los irregulares.
Han pasado casi quince días desde que los órganos de seguridad hicieron presencia en Boca de Grita y aún sigue militarizado este pueblo fronterizo. Muchos aplauden su presencia; otros, pero sin soportes, denuncian que hubo atropellos.
Poco movimiento
“Para el sector comercio, las ventas han bajado. Nosotros estamos con miedo a abrir y que los militares nos acaben los negocios, porque para ellos todos somos paramilitares y a algunos del pueblo se los llevaron presos porque estaban supuestamente vinculados con paramilitares. A otro señor, que vende tequeños, le comieron toda la mercancía. Yo prefiero no perder más plata, hasta que todo vuelva a la normalidad”, dijo un comerciante de Boca de Grita, donde pocos se identifican ante la presencia de la prensa.
Muchos de los habitantes de esta comunidad se preguntan ¿Qué ocurrirá cuando las tropas militares se retiren? Todos piden la presencia permanente.
Ubicaron vivienda de Los Rastrojos
Tras labores de inteligencia, los funcionarios lograron ubicar una vivienda de Boca de Grita donde operan los presuntos paramilitares.
Allí retuvieron:cuatro motocicletas y una camioneta; un facsímil tipo subametralladora, color negro; dos cartuchos calibre 5,56 MM, prendas militares usadas por las Fuerzas Armadas de Colombia; un vacuum esterilizador, perteneciente a los G.A.G.V., utilizado para procesar cocaína líquida; un cartón impregnado de presunta droga líquida denominada cocaína; cuatro camisas de color blanco, alusivas a alias Megateo, quien fue miembro de los G.A.G.V.; dos cargadores de radio Motorola, una batería de radio Motorola, dos sellos húmedos usados, y una máquina de contar papel moneda. (DG)
Desmantelaron depósito de combustible
Los militares informaron que desmantelaron un depósito clandestino para el almacenamiento de combustible. Allí inutilizaron 3.600 litros del mismo y se destruyeron 180 bidones de gasolina, más la incautación de siete vehículos que era utilizados para el contrabando de hidrocarburos.