Regional
Peregrinos de Santa Teresa partirán a La Grita este viernes en la tarde
3 de agosto de 2023
Daniel Pabón
“Cada quien tiene una herida que quiere sanar cuando llega al Santo Cristo”. Si lo sabrá Esmeralda Díaz, vocera de la Asociación de Apoyo a los Peregrinos del Santo Cristo de La Grita, quien este agosto cumple 23 años haciendo la caminata de fe al patrono del Táchira y protector de los Andes venezolanos.
Es que ni cuando el año más restrictivo de la pandemia Díaz se privó de ir. “Fuimos cuatro, pero fuimos”, recuerda esta devota de origen colombiano, pero enraizada en San Cristóbal desde 1974.
Conocidos por su franela amarilla con azul, por aquello de que el amarillo destella más entre el oscuro de la noche paramera, los de Santa Teresa, como también los conocen popularmente, saldrán este año de la iglesia de esa comunidad sancristobalense este viernes, 4 de agosto, aproximadamente a las 4:30 de la tarde, justo después de que termine la misa de 3:00 y el sacerdote los encomiende a una buena caminata.
Esta asociación se constituyó en el año 2007, por iniciativa de cuatro personas (Julián, Eustaquio, Luciano y Rubén) quienes deseaban colaborar más con el peregrino que pasaba trabajo Zumbador arriba para coronar La Grita por la vía del páramo o carretera Trasandina, en esa exigente peregrinación de 80 kilómetros que tantos hacen todos los primeros días de agosto.
Se ha vuelto común que otros grupos más pequeños, pero igualmente organizados con sus franelas y provisiones, aprovechen la tarde en que se sale de Santa Teresa y se adhieran al camino, desde otros puntos del área metropolitana, como Pirineos, Táriba, Cordero o incluso de Capacho, donde toda esta historia de peregrinaciones al Santo Cristo encuentra sus orígenes.
Debido a la situación económica, este año no disponen de donaciones de la empresa privada como en oportunidades anteriores. Díaz hizo un llamado a que cada grupo organizado autogestione en la medida de lo posible su logística o red de apoyo durante el camino.
Igualmente, y como ha sido informado en días recientes, las autoridades disponen todos los años de diversos puntos de atención al peregrino que funcionan durante todos estos días las 24 horas.
“El hecho de que las personas lleguen a los pies del Santo Cristo es un sentir tan inmenso que cuesta describirlo con palabras”, expresa Díaz, sobre el sentimiento de peregrinar al Rostro Sereno. “La gente se siente como transformada, la persona es diferente frente al Cristo”, está convencida.
Considera que peregrinar por convicción de fe es algo “adictivo”, en el mejor sentido de la palabra, porque la primera vez el caminante dice “yo no vuelvo”, pero al año siguiente, cuando ya han pasado esos dolores corporales, muchos incluso meses antes ya están preguntando cómo volver a pie al Santuario Diocesano de La Grita.
A ella misma, que siempre le ha gustado caminar, el montañismo y el senderismo, también le pasó: convidada por una amiga, mientras atravesaba un momento difícil en su vida, la primera vez llegó con dificultad. Incluso creyó que no iba a regresar, pero la volvieron a invitar y, aquí está, 23 años después, preparando botas y corazón para servir a Dios y a los hermanos.
“Yo me siento útil colaborando con más peregrinos en el camino”, comenta, emocionada.
Hay más información de esta agrupación en la cuenta de Instagram @peregrinossantocristodelagrita y en la página facebook.com/peregrinos.santocristo