Lisseth Boon, Yelitza Linares y Luis Serrano, invitados especiales de Pauta: Excelencia
Con la presencia de un grupo representativo de periodistas de la región y estudiantes de Comunicación Social, se desarrolló en el Salón Doral1 del Lidotel Hotel Boutique San Cristóbal el taller Pauta: Excelencia, organizado por el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela.
A través de esta actividad de formación, que se ha venido desarrollando en varias ciudades del interior del país, se pretende una capacitación orientada a ofrecer luces sobre temas muy vinculados con la carrera, como nociones sobre el periodismo de investigación, el emprendimiento y los múltiples canales que disponen los comunicadores sociales para hacer llegar la información y su producto, así como aspectos de la seguridad digital.
La idea es que las nociones allí sembradas sean de aplicación inmediata en el ejercicio diario del periodista, con miras a la calidad y la excelencia, reafirmando que en medio de las adversidades y amenazas esa profesión sigue siendo viable, y que gracias a las herramientas ofrecidas por la internet se abre un insospechado mundo de posibilidades.
Con sesiones de trabajo conceptuales y prácticas se fomentó el aprendizaje entre los participantes, enfocados en la construcción de estrategias individuales y colaborativas para mejorar el ejercicio del periodismo regional en Venezuela, con estándares de excelencia.
La primera de las tres jornadas estuvo a cargo de la jefa de la Unidad de Investigaciones de Runrunes, Lisseth Boon, quien se refirió a las definiciones, metodología, dinámica y recursos propios del periodismo de investigación. El segundo día fue asumido por la líder de alianzas y negocios de El Pitazo, Yelitza Linares, en el que ahondó sobre Emprendimiento, innovación y periodismo de soluciones, descubriendo todas las alternativas posibles para esta profesión, que no solo debe cargar sobre sus hombros los retos propios de ella, sino los tiempos presentes, que requieren la creatividad y la actitud para la sobrevivencia.
Finalmente, Luis Serrano abordó la seguridad física y digital, explayándose en todas las tecnologías, aplicaciones y tips para el buen uso de las mismas.
Investigación: revelar lo oculto
Lisseth Boon evaluó lo que ha sido el periodismo de investigación en Venezuela, el cual con sus propias particularidades debe diferenciarse de otras modalidades, como el periodismo de profundidad, el reportaje, etc.
“El rol del periodismo de investigación -aseveró Bloom- es revelar temas que los poderes públicos prefieren mantener ocultos. Venezuela está entre los países más corruptos del mundo, según Transparencia Internacional, y buena medida de los problemas en Venezuela, incluso en materia de derechos humanos, tiene que ver con la corrupción”.
“Ha explicitado a las audiencias lo que ha pasado con cosas que no han funcionado bien, entre ellos el tema de la distribución de los alimentos, o por qué no han llegado los recursos a un país tan rico como Venezuela, así como ha retratado todo lo que ha sido la destrucción del país en los últimos años, y ha registrado la época que nos tocó vivir, especialmente en lo que respecta a irregularidades administrativas y abusos de poder”.
—¿Qué trabajos de periodismo de investigación han impactado en los últimos años?
—Tenemos por ejemplo una investigación que desarrolló Ultimas Noticias, en el 2014, en la que se logró torcer la versión oficial del Gobierno, en el sentido de que el asesinato de Bassil Alejandro Da Costa, el 12 de febrero de 2014, durante la Marcha del Día de la Juventud, en un principio había sido adjudicado a la oposición venezolana. Otro ha sido el que desarrolló Armando Info, que reveló todo el negocio que está detrás de los alimentos subsidiados, en el que está involucrado el empresario colombiano Alex Saab. Eso provocó el exilio obligado de los periodistas que estuvieron detrás de la investigación, un caso inédito en la historia del periodismo venezolano y que sentó un mal precedente.
Recuerda Bloom que el periodismo no es juez, no es la parte que le corresponde meter a los responsables a la cárcel, porque, como decía Kapuściński, el periodismo es esa linterna que les pone el foco a las cucarachas, pero no les corresponde matarlas. El periodismo venezolano ha demostrado que, a pesar de todas las censuras y presiones, ha logrado resaltar, y sortear todas las dificultades.
— ¿Qué impresiones se lleva de la frontera? ¿Qué potencial ve a la región para futuros trabajos de investigación?
–Tuve la posibilidad de acercarme a la realidad fronteriza y entender el contexto y las variables que hay acá. En Venezuela, a pesar de que compartimos problemas en común, como la deficiencia de los servicios públicos, la crisis de los servicios públicos, y la emergencia hospitalaria y la hiperinflación, no obstante, cada región tiene su propia problemática. Aquí tiene la particularidad de ser zona fronteriza, y se pueden abordar temas que no existen en la zona central, como la presencia de grupos armados irregulares, el contrabando, y las dinámicas que se originan a partir del éxodo de venezolanos a través de esta región.
–— A los periodistas nos han querido meter dentro de un paquete ideológico y político, alegando que el hecho de denunciar nos relaciona con un grupo partidista determinado.
— En gobiernos autoritarios es como la reacción normal de tener al periodismo como enemigo, y eso lo vemos igualmente en los regímenes populistas. Es una tendencia mundial satanizarnos y querer limitar nuestras funciones como auditores del poder. Por lo tanto, a muchos no les simpatiza este trabajo, y menos a quienes se les obliga a rendir cuentas.
—En Venezuela no existe la polarización que quieren adjudicar en el campo del periodismo: aquí no existe periodismo chavista ni periodismo opositor. Aquí existe la división de periodismo independiente, o mejor aún, el periodismo a secas, y la propaganda, donde no hay cuestionamiento, no hay crítica, no hay siquiera la intención de abordar la verdad, de investigar, incluso hechos relacionados con el adversario político. La noción del cuarto poder se ha superado aquí, porque los medios han perdido fuerza como poder político, mas no moral; los grandes medios corporativos han sido desmantelados, nos hemos atomizado en medios digitales, pero seguimos conservando nuestra influencia en la opinión pública.
“Me llevo ideas de innovaciones que se hacen en el estado Táchira”
Como periodista que tuvo que pasar de un empleo de años en reconocidos medios nacionales a un equipo que desde cero se introdujo en nuevas formas de hacer periodismo, y seguir haciendo del mismo un digno modus vivendi, Yelitza Linares, tuvo mucho que compartir con sus colegas durante el taller del Ipsyve.
— ¿Cuál era el objetivo del proceso de formación que asumió en estos talleres?
—El objetivo fundamental no es solo reafirmar el buen periodismo, sino abrir la mente para que los periodistas puedan ver otras posibilidades, no solo en el abordaje de temas en su pauta diaria, sino en la construcción de narrativas nuevas, y el uso de otros canales para llegar a las audiencias. Queremos que los periodistas se pongan a pensar sobre sostenibilidad financiera, no solo desde el posicionamiento en tal o cual medio real y virtual que se pueda administrar, sino desde la realización de proyectos y el posible financiamiento de los mismos, a través incluso de fondos especiales.
— ¿Qué encontró interesante en el Táchira?
—En el Táchira destaca el uso intensivo de las cuentas de Instagram, y el deseo desde lo periodístico de hacer reportajes con mucha sensibilidad humana. Me llevo ideas de cosas innovadoras, algunas marcas personales, sobre todo, con muchas ganas de hacer cosas diferentes y de profundidad.
— Hemos pasado de aquel periodismo con aspiraciones laborales en los grandes tótems comunicacionales, a la realización profesional, a través del emprendimiento. ¿Cómo ha sido ese trauma?
—Ha sido una transición, en algunos casos traumática. Yo creo que todo esto tiene que ver con la integridad del periodista, porque uno es quien es trabajando para alguien, o en equipo, o para un proyecto personal. Tiene que ver con credibilidad y con descubrir quién uno es. Esa transición ha sido muy interesante en mi caso, pues me permitió descubrir que uno tiene un poder y que las redes sociales tienen un poder, prescindiendo un intermediario, que serían los grandes medios de comunicación. Y eso ha sido bueno, y ha sido malo: hay comunicadores que en las redes sociales se han desbocado y cometen excesos. Sea como sea, el mundo está allí; lo que hay que ver son las oportunidades y cómo trabajar en equipo con otras personas. Yo he aprendido que si uno quiere hacer cosas diferentes, hay que sumarse a equipos multidisciplinarios, buscar esas cosas que nos faltan a nosotros para poder hacer productos, más acordes a los nuevos tiempos y con sentido de excelencia. Es necesario formarse como emprendedor.
— Sin embargo, la expresión emprendimiento ha sufrido de abusos…
— Lo importante es que descubras tu propuesta de valor que tú tienes; en qué eres bueno en el área de comunicación, y que te formes como emprendedor antes de lanzar tu proyecto. Los emprendedores necesitamos aprender cómo relacionarnos, cómo comunicar lo que queremos, cómo comunicar nuestras historias y vincularlas a los potenciales clientes. También tenemos que aprender en el área de negocios, y cómo asociarnos con gente que nos pueda ayudar. Todo eso hay que estudiarlo, porque el emprendimiento es una carrera profesional.
Freddy Omar Durán