El robo y daños de alcantarillas en la capital tachirense, es una práctica malsana que se ha generalizado en la ciudad, ya que estas preciadas estructuras de acero, son botín para los delincuentes que viven de este negocio, pues el valor por kilo de cada reja o tapa de tanquilla, tiene un elevado valor en el mercado negro de chatarra.
Tato en el caso central de la ciudad, como zonas comerciales, el robo de estos artefactos ha ocasionado serios contratiempos, no sólo para la movilidad de automotores, si no también a los peatones que en hechos muy contados, han sufrid o accidentes al no percatarse de la ausencia de las tapas.
En la calle 5, con Prolongación de la Quinta avenida en La Concordia, pulmón comercial de la ciudad, uno de los tramos de la alcantarilla colapsó desde el año pasado y una vez que la estructura quedó casi inservible, fueron robados los restos, por lo que actualmente en el sitio ha quedado un enorme agujero, el cual ha sido señalizado por los comerciantes con una hilada de cauchos y algunos maderos, ello para alertar a los conductores del peligro que reviste este lugar.
La ausencia de la reja de la tanquilla, causa en los momentos de mayor trafico automotor, congestionamientos y algunas trancas.
Este fenómeno, se replica igualmente en la Quinta avenida, con calle 8, donde personas aún no precisadas, hurtaron la tapa de la alcantarilla, por lo que ese lugar es un peligro, no sólo para los conductores, si no igualmente para transeúntes que, de paso, ya han sufrido percances al precipitarse al agujero.
Por tratarse de una vía expresa y con elevado tráfico de carros, es recurrente a toda hora los inconvenientes en la movilidad.
La ausencia de la tapa de la boca de visita, tiene ya varios meses, pero con el atenuante que, en este sitio, se encuentran entrelazados redes eléctricas y de telefonía, las cuales están tapiadas de basura y aguas, de aparente rigen de lluvia.
Pablo Eduardo Rodríguez