Regional
Piñera ajusta su gabinete con la intención de calmar protestas en Chile
28 de octubre de 2019
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este lunes la salida de ocho ministros, incluido su cuestionado ministro del Interior, Andrés Chadwick, en un intento por acallar las protestas que mantienen su pulseada en las calles en reclamo de profundos cambios sociales.
Al mismo momento que Piñera anunciaba los cambios en su equipo de ministros y la ratificación de otros 16, en el mayor ajuste en sus 20 meses de gobierno, un millar de personas se enfrentaron con fuerzas especiales de la policía delante del palacio presidencial de La Moneda, en el centro de Santiago.
«Piñera, escucha, andate a la chucha (vete al diablo)», gritaron a coro los manifestantes, al tiempo que eran dispersados con chorros de agua y gases lacrimógenos.
El cambio se produce a 10 días de que estallaron las protestas en Chile, que se saldan hasta ahora con 20 muertos y unos mil heridos, la mitad de ellos por armas de fuego.
Las manifestaciones se iniciaron en reclamo al alza de las tarifas del metro, un malestar que luego se extendió a peticiones que van desde la renuncia de Piñera hasta una nueva Constitución y una reforma al sistema de pensiones y salud.
«Chile no es el mismo que el que teníamos hace un par de semanas atrás. Chile cambió y el gobierno también tiene que cambiar y enfrentar estos nuevos desafíos y estos nuevos tiempos», repitió el mandatario en la ceremonia de juramentación de los nuevos ministros.
Ministro dialogante
Piñera nombró a Gonzalo Blumel como nuevo jefe de su gabinete. De 41 años y ex ministro secretario general de la Presidencia -el enlace con el Congreso-, asume en reemplazo del cuestionado Andrés Chadwick, primo del mandatario, miembro de su círculo más cercano y quien lo acompañaba desde su primer gobierno (2010-2014).
Blumel era hasta ahora el ministro más joven y carismático del gabinete. «Es alguien que se caracteriza por ser bastante dialogante», afirmó el presidente del opositor partido demócrata cristiano Fuad Chahín, en una primera reacción.
En Hacienda estará Ignacio Briones, exdecano de la escuela de gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, que a sus 46 años reemplaza a Felipe Larraín, fuertemente cuestionado por su recomendación «a los románticos» de comprar flores al anunciar en septiembre que Chile no había registrado inflación, y que incluso el valor de las flores había bajado.
La exintendenta de Santiago, la médica Karla Rubilar (42), con una alabada participación en las últimas protestas ciudadanas, asumió como vocera del Ejecutivo, en reemplazo de Cecilia Pérez, quien pasó a la cartera de Deportes.
Pero Piñera mantuvo en su cargo al ministro de Defensa, Alberto Espina -cuestionado por la actuación de las fuerzas armadas durante el estado de emergencia que rigió hasta el domingo-, a la ministra de Transporte, Gloria Hutt -rechazada por afirmar que no era posible bajar las tarifas del metro- y a la ministra de Educación, Marcela Cubillo, en una pulseada permanente con el movimiento estudiantil, a la cabeza de las actuales protestas.
«Acá no hay ninguna señal de que definitivamente se quieren hacer cambios», afirmó el senador del opositor partido socialista Carlos Montes.
Los cambios ocurren mientras continúan los llamados a protestas en Chile y se espera el arribo de una misión de la ONU para verificar denuncias de violaciones a los derechos humanos en el marco del estallido social.
Retorno a las actividades
Mientras Piñera hacía los cambios, los llamados a manifestaciones se multiplicaban.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) junto a otras decenas de organizaciones sociales volvieron a convocar este lunes a un «paro nacional», en tanto en redes sociales circulan llamados a reunirse el martes frente al palacio presidencial y a seguir protestando en la plaza Italia, donde el viernes se realizó una concentración histórica de más de un millón de personas.
En Santiago hoy se registraban grandes atascos en el tráfico y filas para ingresar a las estaciones del metro que volvieron a abrir sus puertas.
Un gran número de colegios reanudaron las clases, aunque algunos con jornadas parciales, mientras que el gran comercio volvió a abrir sus puertas. Sin embargo centros comerciales como el Costanera Center, el más grande de la ciudad, se mantenía cerrado. AFP