A seis semanas de iniciado el mural alusivo al viacrucis a propósito de la proximidad de la celebración de la semana mayor, el muralista Jorge Molina Colmenares ha despertado la curiosidad de los transeúntes en las inmediaciones de la plazoleta Luis Sosa Lovera, en la pared de la antigua casona y lugar de residencia de los Toro Gómez, ubicada en la calle 5 de Palmira, municipio Guásimos.

Lo que inició con la preparación de la pared, remoción, pintado, trazado de cuadrículas y boceto, ya tiene forma la representación de las catorce estaciones que escenifican cada uno de los momentos vividos en el recorrido de Jesús de Nazaret desde el Pretorio de Pilatos hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección, siendo una de las devociones más extendidas entre los católicos.

–Como todo mural -dijo Molina-, debe tener gran tamaño, contar una historia, presentar mucho colorido y, en el caso de la pasión y muerte es indudable que también despierta emociones y sentimientos como requisitos fundamentales para catalogarlo como una composición muralista y que se convierte en un regalo para todos los creyentes.

Con pinturas de alta calidad y un área de aproximadamente 50 metros de largo por 3 de alto y que pareciera la hubiesen construido hace años específicamente dividida en cuadros de igual tamaño para las catorce estaciones y las imágenes de: San Agatón, la Virgen de la Consolación, el sagrado Corazón de Jesús y el doctor José Gregorio Hernández, el pintor y costumbrista Jorge Molina toma las imágenes impresas en papel fotográfico en la técnica de pintura mural para poder plasmar con mayor precisión la perspectiva lineal de vivos colores, de allí la calidad y belleza visual de cada uno los pasos de la pasión de Cristo.

La culminación de este mural alusivo a la Pasión de Cristo se tiene prevista para dentro de unas tres semanas, razón por la cual se pide a la población en general valorar y cuidar el trabajo artístico, considerándolo de su propiedad, pues en definitiva son los propios ciudadanos quienes lo pagan mediante aporte de sus impuestos.

Con esta obra, el también pintor costumbrista Jorge Molina ha pintado tres murales en el municipio bajo el auspicio de la alcaldía, regentada por Evaristo Zambrano, y entre las que se pueden apreciar la ubicada en la pared de la casa de las hermanas agustinas recoletas al lado del colegio Padre Frías frente a la plaza Bolívar, y el mural de las guacamayas, ubicado en la vía Panamericana, en la entrada de la urbanización Bella Vista, con unas dimensiones de 25 de ancho por 4 de alto y que persigue un llamado de atención a la ciudadanía para que eviten convertir este lugar en botadero de basura como lo venían haciendo. (Elsa Carrillo)