Nancy Porras

Con alegría y entusiasmo un grupo de niños, niñas y adolescentes participó en el Plan Vacacional, organizado por los Salesianos en su sede en Táriba.

Tuvo duración de una semana, tiempo aprovechado por los participantes en las áreas de manualidades con arcilla, mini-panadería, dibujo, mini-repostería y lettering o fuentes manuscritas que son una oportunidad para tratar temas personales y amorosos. Listas para personalizar y compartir en Facebook y Twitter.

El sacerdote Yonder Salas, director de la presencia salesiana en Táriba fue el coordinador general, quien junto a un grupo de recreadores asumieron la responsabilidad de guiar durante seis días a los niños y cuidar de la confianza entregada por cada uno de los padres.

—Estamos muy contentos de tener esta experiencia, que más bien llamamos oratorio vacacional salesiano manejado por cuatro elementos: patio, casa, iglesia y escuela— expresó.

Sobre el elemento patio, destacó que es un espacio donde compartieron con otros muchachos, hicieron nuevos amigos.

El segundo concepto aplicado fue “casa”, es decir, un lugar donde se acoge, a sabiendas que es importante tener espacio donde los niños y jóvenes estén a gusto, se sientan como en familia y se reciben con cariño.

La iglesia fue el tercer componente, entendiendo que deben manejarse a través de la fe: “Venimos aquí a orar y nos encontramos con Dios, muchos entienden que dentro de su corazón hay alguien que no falla y los invita a ser felices en sus vidas”.

La escuela constituyó el cuarto concepto, se convirtió este plan vacacional en un espacio donde se educa, explota los talentos y potencialidades, de allí los cursos dictados en alegría y entusiasmo.