La acumulación de desperdicios en todos los sectores del municipio San Cristóbal ha tomado ya dimensiones de calamidad pública, pues la presencia de miles de toneladas de desechos de los cuales se desprenden olores fétidos y putrefactos, causan serios contratiempos en materia de salud pública.

En los alrededores de la Plaza Venezuela, por la Concordia,  donde a diario centenares de niños acuden para realizar actividades deportivas, parte de la carrera 1, anexa al campo deportivo, es el fiel reflejo del caos que representa la acumulación de desechos en la vía, toda vez, que por tratarse de un área de esparcimiento y recreación, sus usuarios no dejan de manifestar y quejarse por este problema.

Precisamente y por la falta de recolección del aseo urbano, los residentes de las viviendas de este sector de La Concordia, han optado por lanzar – de manera también poco ciudadana-  los desechos en la carrera 1, a escasos dos metros de la cancha cubierta donde a diario niños y adultos acuden para realizar sus actividades físicas, lo cual pues les afecta, dado los malos olores.

Margarita Moncada, vecina de la zona, manifestó que aunado a la fetidez reinante por la descomposición de los residuos, que llevan allí más de dos semanas, las aves de rapiña se ¨pasean¨ libremente y a sus anchas, sin que les afecte al presencia de los seres humanos.

Dueños de restaurantes, amas de casa, vendedores informales, son quienes son vistos a cada momento lanzando en el improvisado relleno sanitario, bolsas y hasta alimentos en mal estado, lo cual sencillamente incrementa el caos.

Como si se tratara de un vertedero, este sitio de la plaza Venezuela, es también depósito de viejos muebles, chatarra y hasta camas, lo cual deja muy en claro que ya el lugar fue transformado en un relleno a cielo abierto.

La situación de salubridad tiende agravarse, pues ante la suspensión de  recolección del aseo, el panorama no es alentador, ya que se prevé que para los próximos días la acumulación sea mayor y con ello, otros problemas en materia de bienestar para quienes viven en esta zona.

Pablo Eduardo Rodriguez