Mientras un funcionario público con privilegios especiales –especialmente los vinculados al sector justicia, seguridad y salud- en cuestión de unos pocos minutos podían llenar los tanques de sus vehículos, los “Juan Bimba” –como los llamaba el caricaturista ya desaparecido Jairo Osorio- seguían soportando por horas colas, que las medidas más recientes tomadas por la REDI parecen no extinguir.
Muy poca información se manejaba al respeto, y por eso no fueron pocos los que una momentánea alegría de creer que habían encontrado una bomba desocupada, la tornaron en frustración y rabia cuando se les informó que era de rango VIP.
¿Una medida para de una vez por todas extinguir esas colas, en las cuales muchos han tenido que incluso refugiarse por días, o para evitar los enfrentamientos propiciados por quienes ya no soportaban que frente a sus narices se abrieran tantas “puertas traseras”, abiertas gracias a una credencial o una “colaboración” en moneda extranjera.
Ese conflicto, que muchas veces se saldó entre golpizas e insultos, entre motorizados y conductores, bajó sus aguas con la instauración de tres estaciones de servicio exclusivas para aquellos; sin embargo, los críticos con dicha medida consideran que esos depósitos de combustible son desaprovechados, habiendo tantos vehículos necesitados de equipamiento. Por sus lados, los defensores de esta solución creen que con ella se acaban la mendicidad de combustible por parte de combustible, y el despacho a este tipo de vehículos de forma descontrolada.
En cuanto a dársele atención preferencial a los médicos, funcionarios policiales y personal médico, las observaciones iban dirigidas no tanto a la concesión de esa prerrogativa, sino al hecho de que prácticamente esas estaciones de servicio terminaban subutilizadas. De otra parte, no todas las colas preferenciales fluían del mismo modo; aquellas reservadas para funcionarios públicos como maestros o trabajadores de otras dependencias públicas, pasaban prácticamente el mismo suplicio de quienes no gozaban de esa condición. Para muchos esta resolución entró subrepticiamente, bajo el argumento de separar el tipo de vehículos a ser despachados, según sus características y el tipo de combustible.
Freddy Omar Durán