En algunos casos, una vez superado el covid-19, que pudo sin asintomático, puede presentarse un proceso inflamatorio que amerita asistencia del pediatra y otros especialistas.
Por Nancy Porras
“Rara vez los niños pueden manifestar un síndrome inflamatorio grave, unas semanas después de la infección covid-19, pero se debe estar atentos. Todos pueden contagiarse con el virus; sin embargo, no se enferman tan frecuentemente como los adultos. En su mayoría, tienen síntomas leves o no los presentan”.
Así evaluó la doctora Alicia Pimentel, jefa del servicio de Emergencia Pediátrica del Hospital Central y presidenta de la Sociedad Médica de Puericultura y Pediatría del estado Táchira, los casos de niños covid-19 en estos meses de pandemia que vive el mundo, particularmente en Venezuela y el estado Táchira.
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales para Niños, en los Estados Unidos los niños representan aproximadamente un 13 por ciento de todos los casos de covid-19.
Los que presentan sintomatología de gravedad, como dificultad respiratoria, hiposaturación, deben hospitalizarse y es en ellos donde aparecen las repercusiones psicológicas directas de la enfermedad, pudiendo incluir trastornos del sueño y apetito, dificultad para atender, hiperactividad e irritabilidad.
“Sin embargo, algunos niños se enferman gravemente. Podría ser necesario hospitalizarlos, tratarlos en la Unidad de Cuidados Intensivos o colocarles un respirador para ayudarlos a respirar”, expuso la pediatra.
Síndrome inflamatorio
Para la especialista, los infantes con afecciones subyacentes, como obesidad, diabetes y asma, podrían tener un mayor riesgo de enfermarse de gravedad, con patologías cardíacas congénitas, genéticas, del sistema nervioso o del metabolismo”, consideró.
Sin embargo, en raras ocasiones, algunos pequeños también pueden desarrollar una afección que parece estar asociada con la covid-19, que es el Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico (MISC-C, por sus siglas en inglés)
“Este síndrome es una afección grave en la que se inflaman algunas partes del cuerpo, como el corazón, pulmones, vasos sanguíneos, riñones, sistema digestivo, cerebro, piel o los ojos”, explicó.
—La evidencia indica que muchos de estos niños se habían contagiado antes con el virus de la covid-19, como lo muestran los resultados positivos de la prueba de anticuerpos, lo que sugiere que el MIS-C está causado por una respuesta inmunitaria excesiva a este virus—argumentó la profesional de la pediatría.
Se trata de una emergencia por el MIS-C –indicó- cuando hay incapacidad para despertarse, dificultad para respirar, desorientación repentina, piel, labios o lecho de las uñas de color pálido, gris o azulado; dolor intenso de estómago
Asistencia de otros especialistas
Los niños con MIS-C necesitarán ver a un cardiólogo pediátrico, de dos a tres veces por semana, después de ser dados de alta. Este síndrome puede causar inflamación en la pared muscular del corazón (miocarditis).
Reciben esteroides de tratamiento o medicamentos biológicos, también deben hacer seguimiento con un reumatólogo pediátrico.
Efectos psicológicos
Entre los efectos psicológicos de la enfermedad, se pueden incluir: trastornos del sueño y el apetito, dificultad para atender, hiperactividad e irritabilidad.
La situación provocada por el covid-19 puede ser el detonante del surgimiento de problemas de ansiedad y depresión en los menores; por el miedo a contagiarse dejan de asistir a ciertos lugares, y las preocupaciones excesivas sobre la salud limitan su funcionamiento.
En escolares pueden aparecer síntomas de angustia como palpitaciones, hiperventilación y diarreas, asociados generalmente a procesos de somatización; también pueden manifestarse señales de depresión, con sentimientos de tristeza y abandono. Las obsesiones y compulsiones son consideradas como reacciones más severas al proceso.
Los niños que han padecido cualquier enfermedad que ameritó hospitalización deben ser llevados a control pediátrico y se debe tener en cuenta la valoración y ayuda psicológica.