Cada día es más difícil adquirir los complementos alimenticios. Los elevados precios impiden que este tipo de producto pueda ser comprado por los tachirenses, acostumbrados a comprarlos para variar o repotenciar determinada comida.
El Toddy, bebida achocolatada que forma parte de la mesa de los venezolanos, está muy costoso, la presentación de 400 gramos, tiene un precio que llega a los dos millones, 360 mil bolívares y otra marca está por el orden de 1 millón, 400 mil bolívares, ambos precios no puede cubrirlos una personas que devengue un salario mínimo.
La avena otro complemento, utilizado en la población menor, pero también mayor y que hasta hace dos años tuvo un precio si se quiere barato, hoy la presentación de Quaker de 400 kilogramos tiene un precio de 1 millón. 600 mil bolívares.
“Yo llevo avena es por mi esposo, que le gusta mucho, pero no se puede comprar, para complacerlo compré una de otra marca que está más barato y trae más”, narró Margarita Méndez, ama de casa de Pirineos, cuando hacía la cola para pagar unos productos.
La maizina, otro complemento alimenticio que tenía su demanda en los diferentes mercados y que se exhibía con precios asequibles, hoy su costo se incrementó de una manera importante, más de 2 millones se deben cancelar por los de 800 gramos.
La crema de arroz, utilizada para preparar el atol de los infantes, tiene un precio de 1millón, 200 bolívares, los 400 gramos, los 400 gramos de Cerelac , tienen marcado un valor de 1 millón, 900 mil bolívares , el Nestum exhibe un precio de 2 millones 700 mil bolívares los 400 gramos.
“No puede ser que un Cerelac, esté tan caro. Hace unas semanas atrás lo iba a comprar porque estaba a 800 mil bolívares los 400 gramos y hoy me consigo que aumentó demasiado y además es muy poquito, apenas alcanza para unos ocho teteros, creo que es mejor comprar crema de arroz” precisó Luz Marina Mendez, una señora que buscaba entre los anaqueles de un conocido supermercado.
“Ya no se puede ni comer avena, muchos la utilizábamos para desayunar o cenar, porque es un alimento liviano y supuestamente sano, pero ya no se puede tampoco comprar”, dijo Minelba Sánchez, quien debió sacarla de carrito que utilizaba en el supermercado porqu no le iba a alcanzar el dinero .
Nancy Porras