Regional
Problemas en las telecomunicaciones han afectado a todos los usuarios
23 de marzo de 2019
De forma intermitente han venido funcionando los servicios de telefonía fija, celular e internet en el estado Táchira, como están denunciando de forma reiterativa los usuarios.
Cada mañana los tachirenses en estos últimos días al despertarse lo primero que se preguntan es ¿habrá o no internet?, ¿me llamaron o no sirven las líneas?
Estos problemas han tenido como efectos colaterales, el retraso de muchos servicios bancarios, entre ellos el pago electrónico en muchos negocios, lo que representa un problema adicional para quienes carecen de efectivo o divisas para adquirir los productos de primera necesidad.
Desde el mega-apagón, que igualmente arrastró consigo las telecomunicaciones, las fallas generales en estos sistemas ha sido recurrente, algo muy sensible en un mundo muy dependiente de las conexiones electrónicas, y que han hecho de ellas la base de su crecimiento y revitalización económica.
Como todo en Venezuela, ya la incomunicación se ha va haciendo costumbre, y a pesar de la contingencia aún no se han considerado, al menos para la población rasa, que no deja de entrar en cierto pánico cuando trastornos tecnológicos de este tipo pasan, y de paso ven retrasadas sus tareas diarias.
El jueves y el viernes la situación en horas de la mañana ha sido similar, los whatsaap paralizados, y las páginas web sin abrirse; pero lo más preocupante es que la telefonía fija y móvil a ratos no da señales de vida. Este hecho no resultaría preocupante, si el transporte terrestre no tuviese en la actualidad –por el tema de la gasolina y la poca afluencia de buses y busetas- no estuviese afectado de tantas dolencias, cuando se hace necesario de una respuesta inmediata.
En muchos hogares cuando se cae la internet la telefonía fija, reina la incertidumbre al desconocer las razones de ese “apagón cibernético”, pues no se sabe si ha sido producto de una avería general, un impago de facturas de las que muchas veces a los usuarios ni les llega, si es una deterioro local de un sistema sin mantenimiento, un daño casero del router o la computadora, o porque sencillamente se robaron el soporte físico, los cables tan apetecidos por los delincuentes para reducirlos al otro lado de la frontera. Con una llamada se podría resolver muchas de esas dudas… pero el operador, si hay línea, te contesta de milagro.
Esta crisis nos ha hecho descubrir la alegría del retorno de la luz, y también la alegría del retorno de comunicaciones, que los mismos celulares celebran con su propia fanfarria de sofisticados sonidos. Y han aprendido a sobrellevar la frustración de necesitar realizar una llamada urgente, y que solo el silencio te responda al otro lado del auricular, porque ni el más mínimo tono hace su aparición.
Así como el peso colombiano ha cobrado importancia en nuestra economía desde el apagón, también desde entonces el éter tachirense ha sido infiltrado por la telefonía y los servicios satelitales colombianos. Mucho que por casualidad tenían en sus equipos chips “colombianos”, pudieron corroborar los días del apagón desde varios puntos del Táchira, -y no solo fronterizos- que les llegaba la señal –por supuesto, para acceder a ella era necesario la cancelación del roaming- de las empresas Claro y Movistar Colombia, Mas que denunciar esto muchos lo han considerado una ventaja, e incluso ya en la calle se está volviendo común vender llamadas para quienes necesiten comunicarse con amigos, conocidos y familiares en Colombia, ya que desde hace ya un tiempo hacerlo por las compañías venezolanos ha sido imposible.
Freddy Omar Durán