Regional
Protagonistas de la pandemia: En Puente Real la iglesia católica se hace doméstica
22 de abril de 2020
Los padres Joel Escalante y Ricardo Ramírez utilizan las redes sociales WhatsApp, Instagram, YouTube, para evangelizar en tiempos de cuarentena social en esta comunidad popular de San Cristóbal. La respuesta de los seguidores les mantiene alegres y firmes para seguir reforzando la presencia de Dios en los hogares
José Luis Guerrero S.
Cielo Becerra, Rómer Pastrán, Luis Daza y Gabriela Olivares, al igual que otros 1.900 vecinos de Puente Real y zonas aledañas, al culminar la pandemia del coronavirus, como católicos de la parroquia El Buen Pastor de Puente Real, serán protagonistas de una gran fiesta eucarística de pascua.
Su párroco Joel Escalante y el vicario Ricardo Ramírez, esperan con ansiedad, como todos ellos, que ese día llegue pronto. Quizá se mantendrá el distanciamiento social, no se podrá dar el abrazo de la paz, pero sí regresar al templo y presenciar la misa de cuerpo presente.
Cada uno irá junto a su ángel de la guarda, el mismo que desde el pasado 16 de marzo ha acompañado a los dos sacerdotes en sus actividades religiosas a puerta cerrada como lo dispuso el Gobierno nacional y la Conferencia Episcopal Venezolana al prohibir concentraciones de personas para evitar la propagación del COVID-19.
Todos buscarán su identidad. Nombres y apellidos pegados en el espaldar de las bancas de madera, donde se sientan al asistir a los oficios religiosos.
“Cuando sobrevivamos al virus, todos deben venir a la iglesia a retirar el papelito con su nombre y apellido. Todos vamos a celebrar ese dia una gran fiesta a Dios porque estamos vivos”, responde el párroco Escalante consultado sobre el compromiso de los vecinos católicos.
La iniciativa de los dos sacerdotes se expandió rápidamente por la comunidad cuando el padre Escalante pidió los nombres y apellidos de los vecinos para tenerlos frente a él durante la misa.
El mensaje se multiplicó y en cuestión de horas había decenas de nombres y apellidos de miembros de la parroquia El Buen Pastor, de otras parroquias de la ciudad y del extranjero. Muchos optaron por dejar los papeles en las ventanas del templo, lanzarlos por debajo de la puerta principal o entregarlos personalmente.
Tres integrantes del Consejo Pastoral de Puente Real, cumpliendo las medidas sanitarias respectivas, se sumaron al trabajo. Escribir la identidad de los fieles sobre hojas blancas, con marcador azul o negro cada una de las identidades, para luego distribuirlas en las bancas.
El espaldar de las bancas que en una misa a puerta abierta han recibido, de lunes a sábado, entre 50 y 80 vecinos atentos a escuchar la misa y que se repletan de gente el día domingo, se cubrieron de papeles de todos los tamaños. Es la presencia espiritual de Cielo Becerra, Rómer Pastrán, Luis Daza y Gabriela Olivares, al igual que las otras 1.900 personas, por medio de cada uno de los ángeles de la guarda.
El apoyo del parlante
El parlante del templo se ha convertido en el gran aliado del sacerdote Escalante y de su equipo de trabajo en estos tiempos cuando los fieles necesitan más orientación y la palabra de aliento de su consejero espiritual.
Inicialmente su uso es para el sonar de las campanas, pero en tiempo de cuarentena es para llevar el mensaje de Dios a toda la comunidad.
La misa y sus mensajes de paz, de oración y de orden durante la cuarentena social comunitaria se escuchan en todo Puente Real y por los cuatro costados: en Madre Juana, Callejuela La Parada, carrera 1, La Popa, Riveras del Torbes.
“Es gratificante escuchar la respuesta de los vecinos al escuchar la misa, así como los aplausos de la gente, de los vecinos cuando decimos “viva la Virgen”. Dar mensajes de fe y estar en contacto con la feligresía”, dijo.
Los audios para las redes
Una estudiante de medicina con su teléfono celular propuso grabar la misa para difundirla por el Instagram de la parroquia audiossemanasanta; luego un vecino hizo lo mismo con una cámara profesional y la respuesta fue masiva. Más de cuarenta mil seguidores. Por canal YouTube ha sido igual.
La misa, los audios con mensajes diarios se multiplican todos los días. Durante Semana Santa abrieron cinco grupos de WhatsApp. Los llamaron Civitas Dei – Ciudad de Dios-.
Desde el lunes 13 de abril reorganizaron otros cuatro grupos por esta red social llamados Perseverancia Civitas Dei con la misma tarea: difundir mensajes espirituales, oraciones, bendiciones, recibir los testimonios de las familias.
“Esto no es publicidad, ni propaganda, son canales espirituales. Es la iglesia doméstica del siglo XXI, como lo ha dicho el papa Francisco, salir a la calle, llegar a la comunidad, entrar a los hogares y en tiempos de cuarentena lo hacemos por redes sociales”, respondió Joel Escalante es hijo del seminario Santo Tomás de Aquino.
Predicó la palabra de Dios en El Palmar de La Copé, municipio Torbes y en el Canal Los Niños Cantores del estado Zulia. Estudio psicología en Maracaibo.
— ¿Se adaptó rápido al manejo de la redes
sociales?
— En un momento me mostré hasta pesimista, pero después cuando vi que la lista de difusión que creamos empezaba a tener más difusión, dije que este era el momento de evangelizar de otra manera, de apoyar a la gente y a los vecinos de mi parroquia.
— ¿Qué ha difundido además de los temas propios de la iglesia?
— Los llamados a cumplir las normas sanitarias como el uso obligatorio de tapaboca al estar en la calle, lavarse las manos con agua y jabón, el distanciamiento
social de mínimo un metro, el quedarse en sus casas, el ser solidarios, el acatar las normas de las autoridades porque el virus es real, existe y todos debemos
cuidarnos.
— ¿Cuál ha sido el alcance, luego de los balances hechos tras más de 30 días de cuarentena?
— Hemos llegado a muchas personas. Si en la iglesia contamos con cerca de dos mil ángeles de la guarda durante la misa, en tres semanas por Instagram, YouTube llegamos a más de 40 mil personas. Recibimos mensajes de Canadá, Colombia, Arabia Saudita, de muchos lugares y todos nos llenan de mucha alegría.
Joel Escalante está feliz porque la iniciativa que surgió para alimentar la esperanza de nuestra gente, para destacar que “Dios es cercano, que esto no es un castigo de Dios, que Dios destruye lo que amenaza a la raza humana… lo hemos hecho”.
Este sacerdote como todos los párrocos de los templos del estado buscó alternativas para llegar a la gente. Ha aportado soluciones ante la crisis del coronavirus.
La gran fiesta de pascua aún no tiene fecha. Solo Dios lo sabe, pero desde ya los vecinos de Puente Real se preparan con sus mejores galas, todos limpios y perfumados, para acudir al templo. Todos serán protagonistas de un nuevo capítulo en sus vidas.Todos están vivos.
Mientras tanto, Joel Escalante sigue con sus iniciativas para alimentar la esperanza de la gente. Oficia la misa acompañado por los casi 2 mil ángeles de la guarda. Los mismos que le acompañan en el templo desde el pasado lunes 16 de marzo cuando se comenzó a escribir la historia de la cuarentena en Venezuela.