“Polvo eres y en polvo te convertirás”. Los cristianos católicos reciben este miércoles, en la eucaristía y durante todo el día, la imposición de la ceniza en su frente. Una cruz como símbolo del inicio del tiempo de Cuaresma, 40 días, tiempo para Dios.
María Teresa Amaya
“La ceniza se vuelve una advertencia: No te dediques a las cosas de la carne, comida, vanidad, lujuria, gula, porque eso no salva al hombre. Lo que salva es el ayuno, la oración y la limosna, que llenan el alma al final de la vida al cielo”.
El padre Laureano Ballesteros, párroco de la iglesia Cristo Rey, de Las Lomas, lo describe con devoción y espiritualidad, añadiendo que fuimos creados en el paraíso por Dios, de barro, siendo de la tierra, y al morir volvemos a convertirnos en polvo y ceniza.
Este miércoles comienza la Cuaresma, que viene a ser descrita por el sacerdote como “una migración desde el corazón humano egoísta y cerrado, hasta el corazón de Dios, abierto, alegre y generoso, que nos invita a compartir por el Señor”.
El venezolano se ha convertido desde hace varios años, por la crisis que tristemente vive el país, en un migrante. “Huye de la situación que tenemos, a buscar cobijo en otras fronteras, una mejor calidad de vida; muchas familias se han separado y en el país se ha ido perdiendo la alegría en las personas cuando no ven una salida y se agobian. Esa alegría y esa esperanza es la que debemos buscar”, dice.
Agrega el párroco que san Juan Bosco insiste en que la santidad consiste en vivir alegres. Estos 40 días inician este Miércoles de Ceniza y concluyen el Jueves Santo, en la Última Cena del Señor. El número 40 sale de la Biblia y quiere decir tiempo para Dios.
La misión este año es caminar y buscar a Dios en el hermano. Por lo tanto, estos cuarenta días deben ser “una migración, salgo desde el yo y entro en el Tú, que es el corazón de Dios”, revela el padre Ballesteros.
Ayuno, oración y limosna sellan el Miércoles de Ceniza y se repiten cada viernes de la Cuaresma. Comenta el sacerdote que la Iglesia católica pide que todos los viernes se tenga una meditación sobre la pasión, muerte y resurrección del Señor”. La enseñanza del ayuno y la abstinencia es controlar los apetitos o deseos de algo que les gusta y tener dominio sobre su mente.
Evitar, por ejemplo, ver esa novela de la que no se puede desprender, apagar el celular, hacer algo que no nos gusta con amor, por ejemplo, lavar el baño. Hay que comer poco y tomar agua.
“Aprender a dominar alguno de los pecados capitales que nos están afectando”, dijo.
De dónde sale la ceniza
“El pecado es una especie de acción contra Dios y el prójimo, y hay que quemarlo. Yo quiero quemar lo malo que hay en mí, por lo tanto hay que colocarse en penitencia y superarlo paso a paso”, describe Ballesteros.
Sincronizada con esto, la ceniza sale de quemar el ramo bendito del año anterior, que se vuelve a bendecir, y es la que se coloca en la frente de los feligreses; cambio o conversión permanente, eso es Cuaresma.
Destacar dentro del texto
Cómo vivir este tiempo
–Hacer un poco más de silencio.
-Siempre a la mano la sagrada Biblia.
-El rezo del Santo Rosario debe acompañar al católico diariamente.
-Aprender a escuchar a los demás.
-No dejar crecer la grama en el camino que conduce a la casa del hermano.
-Participar en los actos de la Iglesia, confesarse y comulgar.
El DATO
El padre Ballesteros invita a los feligreses a hacer el Pascuagrama, estos 40 días, a partir del Miércoles de Ceniza.
Pascua significa escrito, para llegar a la Pascua, y grama es igual a escrito. Son 40 pasos o renglones que cada persona puede escribir, de acuerdo a lo que haga día a día para llegar al Señor.