Desesperado por la paralización del servicio de recolección de basura muchas personas han optado por quemar la basura, lo que más que brindar soluciones trae males aún mayores para la salud pública y el medio ambiente.
Los gases tóxicos que se levantan ya no solo de los desechos sino de los plásticos en que los mismos son depositados pueden acarrear enfermedades de orden respiratorio, incluso de orden infectocontagioso.
De otro lado, se tienen las consecuencias ecológicas, algo evidente a simple vista sobre nuestras montañas, que han sido arrasadas por incendios; lo que se agrega a la contaminación de que han sido objeto por la acumulación de desechos. Con nuestras áreas verdes devastadas, se va a agregar una cuota más de calor, al fuerte verano que desde ya se avecina.
En gran parte de la ciudad se ven los restos carbonizados, mientras los transeúntes buscan la manera de pasar cerca de ellos, sin tener que soportar los hedores emanados de ellos.
Uno de esos incendios de basura que afectó con su humareda a la población del municipio Cárdenas se presentó muy cerca de la Plaza de Toros de Táriba, donde la alcaldía dispuso una terraza para la acumulación de las basuras del municipio. Las autoridades catalogaron esta acción como delictiva y que puso en grave riesgo a gran parte de la población del sector.
Protección Civil Táchira hizo un llamado urgente a la población de San Cristóbal y su área metropolitana para que no incurra en estas acciones, y que las mismas en nada contribuyen al aseo de la ciudad.
La quema ilegal de basuras alrededor del mundo está disparando la polución atmosférica más de lo que reconocen las cifras oficiales.
La eliminación de la basura mediante combustión descontrolada inciden negativamente en el cambio climático.
Como se afirma en una publicación de la revista científica Muy Interesante “Monóxido de carbono y mercurio están entre las sustancias más abundantes y perniciosas que se producen por causa de los fuegos. Estos contaminantes están relacionados con diversas enfermedades y trastornos médicos graves. Asimismo, los investigadores estiman que las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más abundante producido por la actividad humana, en este caso por la quema de basuras e incineradoras industriales, no son tenidas en cuenta en las estadísticas que se envían a las agencias de medio ambiente, por lo que no se toman medidas contra ellas”.
Según la científica del NCAR Christine Wiedinmyer, principal autora del nuevo estudio, “las cifras de la polución del aire global están rebajadas porque nadie contabiliza la quema de basuras que se efectúan al aire libre.
Freddy Omar Durán