Regional
Quema de desechos en el Hospital Central afecta la salud de vecinos y comerciantes
30 de octubre de 2019
La quema diaria de desechos en el Hospital Central afecta a los vecinos del primer centro de salud del estado. Están cansados de inhalar los malos olores y piden a las autoridades reconsiderar esta delicada realidad.
Andrés Durán, dirigente vecinal de la zona, declaró que diariamente ven el humo y sienten los malos olores, hecho que los llena de impotencia al saber que ninguna autoridad se ha molestado por resolver esta situación, que -aseguró- empeora a medida que pasa el tiempo, afectando en primer lugar las vías respiratorias de los niños del sector.
«Son olores putrefactos, nauseabundos. Cuando queman plástico se siente como un olor a gas lacrimógeno, pica en la nariz y en la garganta; es una cámara de gas a cielo abierto», comparó el vecino, que tienen años tratando de que alguna autoridad escuche y solucione este problema grave de contaminación que se siente por todo el sector.
Recordó que en una oportunidad habló con el doctor Joel Contreras, en esa época director del Hospital Central, quien fue el único que los atendió y se preocupó y expresó que el primer centro de salud requería de un crematorio para no contaminar.
«Fue el único que, aparte de atendernos, no tuvo problemas en reconocerlo públicamente y mientras estuvo como director no quemaron desechos, los llevaban al vertedero de San Josecito. No obstante, luego de dejar este el cargo, volvieron a quemar y estamos cansados de respirar esos malos olores, que provienen de la quema de desechos inorgánicos, pero también orgánicos, como vísceras, placentas, apéndices, orina, heces, que sin duda son los que peor huelen al ser sometidos a temperaturas muy elevadas», precisó.
Los vecinos no pueden estar tranquilos, pues ya saben que a eso de las cuatro de la tarde comienzan a quemar. Se cree que lo hacen a esa hora para que la gente no se percate, pero ya todos los vecinos, automáticamente, saben por qué, pues ese olor es muy particular.
Precisó que al parecer, recientemente compraron o arreglaron el incinerador, noticia esta que les alegró; sin embargo, pasan los días y los malos olores al quemar son iguales, lo cual quiere decir que siguen trabajando con la misma máquina.
Reiteró que, aunque se trata de un problema de salud pública, nadie quiere prestar atención y mientras tanto los vecinos ya no soportan los malos olores, tampoco las personas que por necesidad o casualidad pasan por este sector. A los comerciante de la zona ya les da pena con sus clientes, quienes huyen una vez perciben el mal olor que acompaña a esta zona de San Cristóbal de manera constante.
«Nos están matando en vida y resulta irónico, porque precisamente el mal viene del Hospital Central, centro que tiene sus misiones y una de ellas es atender la salud de todos los tachirenses que buscan alivio a determinada enfermedad», concluyó Andrés Durán, quien aprovechó la oportunidad para insistir ante las autoridades sanitarias, especialmente la coordinación de Salud Ambiental, a fin de encontrar una solución a esta grave situación.
Nancy Porras