Raúl Márquez
Aquel adolescente de contextura delgada, recién graduado de bachiller en el Liceo Francisco Tamayo de San Rafael de El Piñal, miraba con desesperanza el horizonte. Su aspiración profesional era estudiar medicina, una carrera que entonces se encontraba muy lejos de sus posibilidades económicas.
Salvar vidas se perfilaba para él en una vocación, pero ante la imposibilidad de prepararse como médico, se enfocó en su labor en la Brigada de Emergencia y Auxilio Libertador —Beal—, ente adscrito a la entonces denominada Defensa Civil, de la que formaba parte desde que cursaba el último año del bachillerato.
«Estudiar medicina se tornaba un sueño imposible, pues mi familia no contaba con los recursos suficientes y las universidades que ofertaban la carrera se encontraban en otros estados del país. Encaucé mis aspiraciones hacia mi trabajo, primero como parte del Beal, y posteriormente, como funcionario fundador del Cuerpo de Bomberos de Fernández Feo, cuya primera sede funcionó en el llamado hospital viejo, donde años antes quedaba el ancianato de El Piñal».
Habla con mesura, con tono calmo, pero con la seguridad que emana del conocimiento y de la experiencia. Para el Primer Teniente Andrés Eloy Márquez, pertenecer al Instituto Autónomo Cuerpo de Bomberos de Fernández Feo es una vocación, que a lo largo de 26 años ininterrumpidos, ha labrado su personalidad y su forma de afrontar la vida.
Recuerda, siguiendo con la evolución histórica del organismo, que el 20 de agosto de 1995 se funda, formalmente, la institución bomberil, bajo el segundo periodo como alcalde de José Goncálvez Moreno, tras las diligencias y el proyecto promovido por Ángel Ramírez, quien fungía como coordinador del Beal, y Luis Francisco Martínez.
«Durante aquella primera etapa, los bomberos constituíamos un departamento de la alcaldía de Fernández Feo. Años después, pasamos a ser un instituto autónomo, y, actualmente, conforme con la Ley Orgánica del Servicio de Bombero y de los Cuerpos de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil, promulgada en el año 2015, estamos adscritos al Ministerio de Interior Justicia y Paz», explica, de modo didáctico.
Actualización perenne
Uno de los temas que más llama la atención al bombero que contabiliza mayor cantidad de años ejerciendo el oficio en Fernández Feo, es el relacionado con el seguimiento, prevención e investigación de incendios. A su juicio, es uno de los contenidos claves, junto al de los primeros auxilios. Para Márquez, la actualización constate es fundamental, no solo por cuestiones de ascensos, sino porque se traduce en cumplir con eficiencia los protocolos, al momento de estabilizar a los pacientes cuando se presentan emergencias.
Experiencias resaltantes
En lo que respecta a hechos de consideración, en los que ha tenido que poner a prueba su experiencia, rememora dos en particular. El ocurrido el 07 de octubre de 2007, cuando una avioneta se estrelló en las montañas del sector Irco, a unos dos kilómetros de la Troncal Cinco, que dejó dos fallecidos, de nacionalidad mexicana.
El otro siniestro, el más impactante en el que ha tenido que actuar, fue el accidente vial acaecido la madrugada del 06 de agosto de 2013, que dejó 9 fallecidos y 35 lesionados, cuando la unidad 49 de Expresos Los Llanos, impactó contra una montaña en Chururú, tras salirse de la vía.
«Estos hechos terribles, sobre todo, el segundo, implicaron para mí y mi equipo, pues entonces yo era el comandante, poner en práctica protocolos de rescate, así como la estabilización de los heridos, para luego evacuarlos al hospital de El Piñal. Por supuesto, que en esa ocasión, contamos con el apoyo de Protección Civil Táchira».
Seguimos adelante
Dos aspectos preocupan a Eloy Márquez, acerca de la realidad actual de la institución. Por un lado, el hecho de que apenas tengan operativo el camión supresor de incendios, y, por otra parte, que no haya voluntarios, lo que significa que, por ahora, no se vislumbra la existencia de una generación de relevo. «Necesitamos que voluntarios jóvenes y con ganas de aprender y servir se unan a nuestra institución. Es cierto que estamos atravesando una situación difícil, pero siempre debemos mantener una antorcha de esperanza en medio de la oscuridad».
Asimismo, destaca el funcionario como un hecho positivo, que junto a él, tres compañeros de trabajo hayan aprobado los estudios en la UNES Táchira, a pesar de la crisis y del sacrificio que ello significó.
«Frente a viento y marea, el Cabo Dangel Contreras, la Sargento Carolina Maldonado, el Teniente Juan Pablo Guirigay y yo, cerramos nuestra escolaridad como Técnicos Superiores Universitarios en Ciencias del Fuego y solo esperamos la entrega de nuestros títulos. Esto es algo que quiero resaltar y es un ejemplo de que cuando se trabaja duro se alcanzan los resultados esperados».
La dilatada trayectoria de Márquez ejerciendo tan importante servicio a las comunidades del sur del Táchira, deja atrás, en la bruma de la memoria, a aquel joven desgarbado que aspiraba a ser médico, pero con la vocación intacta de salvar vidas, de arriesgar incluso su integridad para cumplir su misión.